(Los Tiempos) De todas maneras, «al haber riesgo de re-sangrado literalmente a las 48 horas del primer evento, nos mantenemos en expectativa con la conducta terapéutica», agrega el parte al indicar que el Cardenal «ya no recibirá, por el momento, transfusión sanguínea».
Una vez estabilizada la salud del arzobispo de Santa Cruz «continúa con tratamiento farmacológico y cuidados en Unidad de Terapia Intensiva» en la clínica Sirani.