(Luis F. Pérez/InfoCatólica) Mons. Ezzati apoyó la exigencia de gratuidad en la enseñanza que mantienen los jóvenes, indicando que «en la educación se ha descuidado una dimensión que es fundamental, que es la gratuidad, y no sólo la gratuidad económica, sino la gratuidad del hecho educativo, de la entrega educativa».
El arzobispo avaló el calendario de movilizaciones anunciado por los dirigentes estudiantiles, que incluye tres marchas en cuatro semanas, indicando que los jóvenes «tienen razón de protestar porque la educación se ha vuelto una pelea para ganar puntajes, espacio, y la educación debiera ser un lugar de mucha libertad».
Más becas
El movimiento estudiantil chileno comenzó a ocupar las calles en mayo de 2011 en demanda de una reforma al sistema impuesto en 1981 por la dictadura de Augusto Pinochet, que abrió la educación al sector privado y redujo la aportación estatal a este sector.
Este año, la Confech ha optado por reducir el ritmo de movilizaciones y por ampliar su base social, mientras el Ejecutivo de Sebastián Piñera ha respondido a sus demandas con más becas y mejores condiciones para suscribir créditos con que financiar sus estudios.