(EP/InfoCatólica) Elisa Chuliá, ha presentado el estudio Relaciones intergeneracionales en las sociedades actuales, con motivo del Año europeo del envejecimiento activo y de la solidaridad intergeneracional. En el se revela que los porcentajes de abuelos que dicen cuidar de sus nietos son más altos en Suecia, Francia, Holanda y Dinamarca que en el Sur de Europa.
En cambio, cuando se distingue entre cuidado regular (una vez a la semana o más a menudo) y cuidado ocasional (menos de una vez a la semana), los porcentajes en el caso de los abuelos españoles, italianos y griegos «casi doblan» los registrados en los países escandinavos (aproximadamente un 40 por ciento frente al 20 por ciento), y superan los observados en países como Austria, Alemania y Holanda.
La solidaridad familiar como refugio anticrisis
El análisis trata la influencia de la crisis en las relaciones en el seno de la familia. En este sentido, Chuliá ha manifestado que «en la medida en que la fortaleza de las familias depende del compromiso inetrgeneracional se puede extraer que la crisis no va a debilitar a las familias sino todo lo contrario». En este sentido, ha señalado que «las familias se están comportando como una suerte de refugio anticrisis».
Ante estos datos, Elisa Chuliá ha apuntado que «las relaciones intergeneracionales dentro de las familias en España y en otros países del Sur de Europa son muy intensas, más que en otros países de Europa y en estos momentos no muestran indicios de deterioro en el continente».
Estado del bienestar y riesgo de conflicto intergeneracional
Sin embargo Chuliá ha precisado que «existe un riesgo de que los conflictos se intensifiquen o se acentúen», porque «algunos estados del bienestar, entre ellos el español, no están tratando equilibradamente a las generaciones, y este trato desigual entraña un riesgo».
«Es evidente que los mayores están siendo priorizados por los estados del bienestar. En estos momentos se puede escuchar que los que disponen de una situación más holgada entre los diferentes miembros de una familia son los mayores dado que tienen unas prestaciones seguras que son las pensiones», ha apostillado.
Así, ha subrayado que «el apoyo que se presta los mayores no ha ido aparejado de un apoyo suficientemente intenso a la generación de los más jóvenes, y esto se está notando en las dificultades considerables para formar familias y para encontrar trabajo».
«De alguna manera estos grupos perciben que no cuentan con un gran apoyo por parte del Estado para desarrollar sus proyectos vitales. Por ello, habría que tener en cuenta en que medida se podría rediseñar el Estado del Bienestar y no sólo recortar déficit sin más, sino introducir también algunos cambios que reequilibren el apoyo del Estado a las diferentes generaciones».
Por su parte, el director general del IMSERSO, César Antón Beltrán, que también ha participado en la presentación, ha señalado que «en el origen de esta situación se podría encontrar la solución». «Fundamentalmente el problema se encuentre en el tema del empleo. Posiblemente hemos tendido en Europa y en España a proteger más a aquellas personas que lo necesitaban porque quizá los jóvenes, en aquel momento, el propio sistema de empleo y la actividad económica les estaba dando mayor protección», ha reflexionado.
Pobreza infantil
Por último, el estudio trata el tema de la pobreza infantil en relación a la mejora de las personas mayores e indica que «en el año 2010 ocho países de la Unión Europea registraban tasas de riesgo de pobreza de la población infantil superiores a las de las personas mayores».
En este sentido, Chuliá ha señalado que «la situación desfavorable de las familias jóvenes, debido a la falta de ayudas por parte del Estado, afecta al bienestar de los niños». Finalmente, ha apuntado que el Estado debe cuidar y comprometerse con las familias jóvenes que tienen hijos, puesto que desde la infancia hay que inculcar las bases para envejecer con éxito.