(Andrés Velázquez/Hispanidad.com) La tinerfeña DGY acudió en mayo de 2011 al centro abortista del Dr. Juan Reyes de Tacoronte, varios meses después de haber sido aprobada la «Ley Aído» del aborto. Según la mujer, unos minutos antes de practicarle el aborto por absorción, le atendió una psicóloga de la clínica que le dio a firmar un documento de consentimiento recomendándole en dos ocasiones que no lo leyese.
Unas semanas después del aborto, la madre comenzó a sufrir lo que se conoce como síndrome de estrés post-traumático por aborto, teniendo graves crisis de ansiedad y otros síntomas, como los de oír llantos de bebés o tener frecuentes pesadillas con el aborto.
Entre estas graves secuelas psíquicas se encuentran dos intentos de suicidio, varios ingresos hospitalarios y necesidad de tratamiento psicológico. El síndrome post-aborto sufrido ha derivado en una incapacidad del 33% de por vida.
Según la mujer, la clínica incurrió presuntamente en graves infracciones por no haberla informado conforme a lo dispuesto a la ley ni en lo referente a plazos de reflexión, ni en las secuelas que conlleva el aborto provocado, ni en ofrecer otras posibles alternativas al aborto.
Ante la gravedad de este caso, la Asociación de Abogados Cristianos va a solicitar una entrevista con la Consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, para que investigue los hechos y suspendan cautelarmente el concierto y la financiación pública que la clínica de Tacoronte está recibiendo en la actualidad del Servicio Canario de Salud.
Esta misma asociación anima a las mujeres que se encuentren en una situación similar a que lo denuncien ante la opinión pública y ante la justicia para que cesen estas prácticas tan lesivas para las mujeres.
No es la primera vez que ocurre algo así. Los graves trastornos psicológicos en mujeres que han abortado son frecuentes, según algunas investigaciones. Por eso, en algunos países se está debatiendo el que las madres oigan el latido de su bebé antes de someterse a un aborto. En España, tal propuesta la realizó el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino.