(EuropaSur.es) Esteban Rodríguez Martín es ginecólogo del Hospital Punta de Europa de la ciudad de Algeciras y, además, es el presidente de la comisión deontológica de Ginecólogos DAV (Derecho a Vivir), una plataforma integrada por unos 500 profesionales de la ginecología de todo el país.
–¿Cómo valora los anuncios de la nueva ley del aborto que realizó hace unas semanas el ministro de Justicia, Ruiz-Gallardón?
Creo que sería cumplir con el programa electoral de su partido. Aunque de momento sólo es una positiva declaración de intenciones, la eliminación de personas que deberían haber nacido con alguna discapacidad sigue siendo una constante en el sistema sanitario, sobre todo de los niños Down. Ahora bien, las familias que finalmente tienen estos niños no pueden ser olvidadas. En mi opinión, deben ser ayudadas en un Estado social y hay que agudizar el ingenio con este fin.
Cierto es que no se puede obligar a nadie a querer a otro. Por eso yo creo que la futura ley debería proteger la vida humana y a la vez dar facilidades a esos padres que no quieran, no sepan o no puedan hacerse cargo de la crianza de un hijo discapacitado y dependiente, y proporcionarle a éste la posibilidad de encontrar otras personas que sí estuvieran en condiciones de acogerlos con cariño y cuidar de ellos.
–Hablan de ley de plazos, ley de casos...
Pienso que la nueva ley debería estar centrada en ayudar a las familias que más lo necesiten y en proteger la vida humana a cualquier edad y en cualquier circunstancia. Cualquier ley que pretenda autorizar la eliminación de un ser humano discriminándolo por edad o por su salud será una ley negativa que violará el primer derecho con rango de fundamental , dañará a la mujer y adulterará la función social de la Medicina.
–¿En qué casos plantearía usted la interrupción voluntaria del embarazo?
El término IVE es un término político no es un término médico. Todos los días en los hospitales se interrumpen o se finalizan embarazos. La cuestión es con qué finalidad se interrumpen; si para dar a luz un ser humano para que viva o para que muera. Como médico no encuentro ninguna razón para acabar deliberadamente con la vida de ningún paciente, ni si quiera en su edad fetal. Una cosa es asumir los riesgos para el niño en gestación de un tratamiento imprescindible para asegurar en lo posible la salud de la madre y otra eliminar intencionadamente al paciente fetal.
–¿Cuántas clínicas abortivas hay en el Campo de Gibraltar?
Actualmente hay un centro de abortos en el Campo de Gibraltar subvencionado por la administración que acomodó sus instalaciones durante el periodo de tramitación de la “ley Aído” cambiando de domicilio en previsión de la mayor demanda que supondría la nueva ley. Antes estaba en Taraguilla, ahora está en Algeciras.
Desde todos los centros de salud de la comarca se hace publicidad gratuita a este centro que es incluida dentro del “sobre cerrado de información” preceptivo según la ley. Según sabemos su director médico no es especialista en ginecología, al menos no consta como tal en el registro del Colegio Oficial de Médicos de Cádiz, sin embargo se publicita como clínica ginecológica limitándose su actividad a ejecutar abortos y prescribir contraceptivos. En no pocas ocasiones hemos de asistir en el Hospital a mujeres con complicaciones procedentes de este centro.
–¿Se sabe el número de abortos que se han realizado en lo que va de año en la comarca? ¿Y el año pasado?
Estimamos que en Algeciras se vienen ejecutando entre 10 y 15 abortos semanales. Normalmente acuden mujeres de las clases sociales más desfavorecidas, con bajo nivel de instrucción e inmigrantes. A veces vienen derivadas de poblaciones lejanas, incluso de la capital de la provincia o de Ceuta. Según la Consejería de Salud en 2009 hubo en Andalucía 20.543 abortos que aumentaron en 396 en el 2010, ya en vigor de la “ley Aído”, hasta los 20.939.
En nuestra provincia, en el 2009 se acometieron 1724 abortos y en el 2010 fueron 1864. Podemos estimar sin mucho margen de error que en Algeciras se practican entre 480 y 720 abortos anuales lo que podría suponer unos ingresos brutos entre 144.000 y 216.000 euros al año si el precio medio por aborto fuera de 300 euros.
–Muchas mujeres pueden ver en el aborto la única solución. ¿Qué alternativas encuentra una mujer en el Campo de Gibraltar? ¿Hay algún tipo de ayuda, organización que las atienda y que les apoye en la crianza del niño una vez nacido?
No hay ninguna ayuda oficial, esto contrasta con las ayudas oficiales que reciben los centros de abortos o asociaciones que facilitan el aborto como la asociación de mujeres progresistas Victoria Kent. En Algeciras opera una delegación de Red Madre Cádiz y de Proyecto David con las que colaboro como ginecólogo. Las ayudas que pueden ofrecer -estas organizaciones- consisten en ropa, leche, pagar alguna factura de luz o de agua, comida, casa de acogida, pero sobre todo, hacer sentir a la mujer que no está sola que no a va a ser abandonada y que alguien le importa lo que le pasa y la vida de su hijo. También se ayuda a las mujeres con asistencia profesional: pediatría, ginecología, psicología, consejo espiritual, abogados.
Y lo que es muy importante, porque ahí sí que están verdaderamente solas, es ayudar a las que ya han abortado y están sufriendo los insomnios, las pesadillas, la merma de autoestima, el abandono de la pareja, el desequilibrio familiar, la depresión. Algunas lo pasan francamente mal. En general, podemos encontrar cifras de intento de suicidio tras un aborto que llegan hasta el 40% según los estudios.
En el último año conseguimos rescatar del drama de vivir un aborto a 7 mujeres en el Campo de Gibraltar cuyos hijos están hoy en el mundo. Su alegría y agradecimiento es grande, no se arrepienten, a veces ponen a sus hijos el nombre de los voluntarios