(Vatican Insider)
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) no debe ser instrumentalizada por la “universidad rebelde”. Al contrario, está obligada a prestar un “decidido y claro” apoyo a las determinaciones de la Santa Sede en el contencioso por la legítima propiedad de la institución, hasta ayer Pontificia y Católica. Este es el núcleo de una carta enviada por el Vaticano al presidente de los obispos del país sudamericano, Salvador Piñeiro. Un duro llamado de atención, para acabar con las ambigüedades y el “juego sucio”.
El texto, hasta ahora desconocido y a cuyo contenido el Vatican Insider tuvo acceso, fue entregado el viernes 20 de julio en la nunciatura apostólica de Lima al secretario general de la CEP, Lino Panizza Richero. Con él se encontraban el segundo vicepresidente y arzobispo de Arequipa, Javier del Rio y el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani Thorne.
A ellos el embajador papal James Green entregó copia del decreto con el cual la Sede Apostólica dispuso el retiro de los títulos honorarios de “Pontificia” y “Católica” a la universidad. Y también les facilitó la carta del secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en la cual anuncia la inédita decisión al rector Marcial Rubio.
Esto ocurrió a primeras horas de la tarde. Green ordenó que los tres documentos, incluida la carta a Piñeiro, sean enviados a todos los obispos del país. Más tarde recibió en la nunciatura a las autoridades de la PUCP, a las cuales transmitió el decreto y la misiva.
El mensaje de Roma al arzobispo de Ayacucho-Huamanga dejó poco espacio para la duda: “Para el bien de la Universidad y por la responsabilidad de la Iglesia en el campo educativo, esa Conferencia Episcopal debe sostener la posición de la Santa Sede y al Arzobispo de Lima, desautorizando con vigor cualquier intervención contraria e invitando al episcopado del país a una acción colegial leal. En caso de eventuales dudas, usted y los demás obispos tendrán la amabilidad del consultar al Sr. Nuncio en Lima”.
Y agregó: “El Santo Padre espera que, en lo sucesivo, la Conferencia Episcopal preste un decidido y claro apoyo a las decisiones tomadas por la Santa Sede con respecto a la situación de la PUCP y se eviten nuevas incomprensiones y divisiones”.
La dureza de las palabras dejó en claro que, en lugar mantener una posición institucional, durante el contencioso por la universidad la cúpula de los obispos se alineó con la casa de estudios. Incluso cuando la rebeldía de sus autoridades era abierta y manifiesta.
Así quedó evidenciado el 17 de abril, cuando la conferencia emitió una nota pública a nombre de sus cinco obispos delegados en la Asamblea Universitaria de la PUCP. Ese texto fue desconcertante, no sólo porque su contenido estaba en sospechosa sintonía con las tesis del rectorado sino también porque fue difundido sin el consenso de algunos de los supuestos firmantes, que ni siquiera fueron consultados.
Este episodio fue calificado de “lamentable” por la carta vaticana a Piñeiro, la cual fue tajante: “Le pido que cuide que esa conferencia Episcopal evite ser instrumentalizada por el rectorado de la universidad”.
Se trata de una prueba más de la seriedad con la cual la Santa Sede ha afrontado la controversia de la ex Pontificia y Católica. Y aunque sus más radicales alumnos sostengan que el quite de los títulos “no significa nada”, la realidad es otra. Porque se trata de acabar con un contencioso durado más de 40 años y que ha llegado a niveles insostenibles.
Por lo pronto este lunes 23 está prevista una nueva sesión de la Asamblea Universitaria. En ella se analizará la decisión de Roma que, por cierto, no es definitivamente irreversible. Como bien señala el decreto pontificio, es posible rever el quite de los títulos. La salida es sencilla: si los directivos del claustro se retractan y modifican sus estatutos, recuperarán su identidad. De otra manera les espera un futuro negro.
Nota bene.- Resulta poco explicable la sorpresa y el desconcierto que provocó en una buena parte de la comunidad universitaria de la ex PUCP la noticia del retiro de los títulos honorarios. Muchos, diría demasiados, se quedaron incrédulos la mañana del viernes al conocer la decisión del Vaticano. Y ante la falta de confirmación oficial, intentaron negar lo evidente.
Pero, huelga decir, lo de esa casa de estudios fue la “crónica de una muerte anunciada”, al menos para quienes han seguido el conflicto desde hace meses. Como evolucionaron las cosas este triste final era inevitable, sólo era cuestión de tiempo. Y eso quedó registrado tanto en Sacro&Profano y en el Vatican Insider ya un mes y medio atrás, el 6 de junio (leer el post aquí).
Por eso, para comprender a fondo un asunto delicado y, de paso, para que nadie se haga el sorprendido, a continuación compartimos un recuento de todos los artículos publicados sobre el tema:
Perú, universidad mezquina y rebelde (12.09.2011)
¿Qué espera el cardenal Grocholewski? (14.10.2011)
Un “peso pesado” para enderezar la PUCP (19.10.2011)
Perú: lista la auditoría a la “universidad rebelde” (29.11.2011)
Perú: visita rápida a la universidad católica (04.12.2011)
Perú: todo perdido en la “universidad rebelde” (31.12.2011)
Perú: ultimátum vaticano a la universidad (21.02.2012)
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Perú: adiós a los títulos de la “universidad rebelde” (20.07.2012)