(DBalears/InfoCatólica) La parroquia de Sant Marçal y buena parte de la Cabaneta están revolucionadas desde el sábado. El párroco Antoni Garau invitó al padre Gabriel Seguí, misionero del Sagrado Corazón y párroco de San Bernardo en el monasterio de la Real, para que hiciera la homilía con motivo de las fiestas patronales. El religioso vivió de joven en la Cabaneta y había formado parte de la parroquia.
Su sermón, sin embargo, centrado en la realidad actual y en la que habló de crisis de valores, de pobres, de inmigrantes y «de oprimidos en la cultura en su propia tierra», hirió la susceptibilidad del presidente balear y ex alcalde de Marratxí , José Ramón Bauzá. Hasta el punto que al terminar la misa el jefe del ejecutivo balear, acompañado por el actual primer edil de la localidad, Tomeu Oliver, fue a la sacristía y preguntó por el padre Seguí, a quien recriminó que más que un sermón había hecho un «mitin» .
Seguí, que se ha ido de ejercicios espirituales a Navarra, quitó leña al fuego, pero confirmó que «Bauzá lo interpretó como si fuera un mitin y yo le recalqué que era una homilía porque me basaba en la doctrina papal y en el Concilio Vaticano II. Y aquí acabó la cosa. Prefiero no hacer polvareda con esto. No quiero descentrar las cosas», indicó.
El misionero del Sagrado Corazón añadió que «no le doy más importancia. Lo único es que si un político se siente aludido, él sabrá por qué. No sé si se sintió ofendido. No puedo entrar en sus sentimientos, pero sí es cierto que me hizo un comentario sobre el tema de los oprimidos de la cultura en la propia tierra. Me dijo que eso era una novedad para él. Si él encuentra que esto es una novedad, él sabrá », subrayó.
En este contexto, el prior de Lluc, Antoni Vallespir, prefirió quedar al margen de la polémica y no emitir ninguna opinión. Hay que recordar, sin embargo, que los misioneros del Sagrado Corazón, los coritos, han expresado en más de una ocasión discrepancias con el Gobierno actual. Una de las más conocidas es el rechazo a sus políticas lingüísticas. Tampoco les gustó nada la publicación de una foto de miembros del Gobierno en una sala no pública del monasterio de Lluc, donde pasaron un fin de semana.
¿Pero qué pestes me ha dicho este?
El párroco de Sant Marçal, Antoni Garau, mientras tanto, explicó que cuando Bauzá se fue de la iglesia «el padre Seguí vino muy alterado y me dijo: ¿Pero qué pestes me ha dicho éste?». El religioso cree que la anécdota del sábado «delata torpeza por parte del presidente. Si hubiera sido más inteligente, no habría provocado esta situación». Y aseguró que si algo «le molestó es porque se dijo la verdad».
También añadió que la homilía «fue espléndida» insistiendo en que las afirmaciones que hizo Seguí «fueron genéricas y no estorbaban a nadie. Los textos de la Biblia que se leyeron antes eran más fuertes y son palabra de Dios. Espero que Bauzá también los haya escuchado ».
Lo cierto es que la reacción de Bauzá ha hecho popular la homilía del misionero. Y ya son muchos los vecinos que se han interesado. El rector Garau le está repartiendo. «La gente me lo ha ido pidiendo y he tenido que hacer fotocopias y enviarla por mail».
