(Efe) El Yad Vashem (Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2007) desmiente que, como informó hoy el diario israelí «Haaretz» en portada, que el cambio se deba a presiones de la Santa Sede y critica veladamente la política vaticana de mantener sus archivos cerrados a la investigación, que impide un «entendimiento más claro de los hechos».
El panel original, expuesto con una foto desde la remodelación del museo en 2005, estaba basado en la «investigación disponible en los primeros años» de esa década, precisa la nota.
El nuevo epígrafe recoge análisis posteriores, «basados en parte» en la apertura del archivo de Pio XII hasta 1939 (año de inicio de la Segunda Guerra Mundial) y en «otra información», como la presentada por investigadores de Israel y de El Vaticano en un importante taller de 2009 que «aclaró algunos temas, si bien dejó aún muchas preguntas por responder».
El nuevo texto, reproducido íntegro en el comunicado, explica la «controversia» entre los investigadores sobre la reacción de Pio XII. La polémica por el papel de Pio XII ha empañado las relaciones entre el Estado judío y la Santa Sede hasta el punto de que Benedicto XVI sólo recorrió la parte memorial del Yad Vashem, y no el museo, en su visita de 2009, en la que pidió que «nunca más un horror similar» al Holocausto «pueda deshonrar a la humanidad».
Dos años antes, el nuncio vaticano en Israel, Mons. Antonio Franco, llegó a anunciar que, en protesta por el epígrafe, no asistiría a los actos oficiales en el Yad Vashem con motivo de la jornada de duelo por el Holocausto en Israel. Mons. Franco acudió finalmente, tras recibir una carta personal del director de la institución, Avner Shalev.