(Servimedia) Fuentes de Defensa confirmaron a Servimedia que los tres ejércitos, a quienes corresponde propiamente dar permiso a sus integrantes para que participen en las procesiones, seguirán estos criterios y no pondrán objeciones por el tiempo en que se ausenten de los cuarteles, pues es una acendrada tradición y las fechas no son especialmente peliagudas.
Las únicas dos condiciones son que los militares procesionen de forma voluntaria y que los costes de alojamiento, manutención y transporte corran a cargo de ellos mismos o bien de las cofradías o los patrocinadores del evento correspondiente. Se mantiene así la política seguida al respecto por los gobiernos anteriores.
De hecho, una orden ministerial de 1994 ya estipuló que regulaba los actos religiosos en ceremonias solemnes militares y que la participación debía ser "con carácter voluntario", dado su "carácter religioso". Asimismo, establecía que los gastos no debían correr a cuenta del Ejército.
No obstante, en 2010 se suscitó una polémica al coincidir el nuevo reglamento de honores aprobado por el Ministerio dirigido entonces por Carme Chacón, que trataba de deslindar la unión de ritos religiosos y militares asentada tradicionalmente, con una disminución sustancial del número de miembros de las Fuerzas Armadas que participaron en procesiones.
El año pasado hubo militares participando en los actos celebrados con motivo de la Semana Santa en 89 municipios españoles, la mayoría en Andalucía. La presencia más numerosa fue, como de costumbre, la de la procesión del Cristo de la Buena Muerte de Málaga, que, como patrón de la Legión, es acompañado por dos centenares de legionarios durante todo su recorrido.