(Efe) En un primer momento, ha sido posible apagar el fuego con un extintor, aunque también ha sido necesaria la tarea del Cuerpo de Bomberos, que se ha desplazado al lugar del suceso con tres vehículos, además del mando.
Una vez allí, las tareas del Servicio de Extinción de Incendios se han centrado en controlar que no existiera ningún rescoldo, en refrigerar el lugar y en revisar con una cámara térmica si había algún punto de calor aún no localizado.
Además, los bomberos han trabajado para evacuar el humo de la Iglesia, unas tareas en las que han tenido que emplear más de una hora.
El párroco de la Iglesia de Santiago, José Heras, ha explicado a EFE que todo ha quedado en un susto y ha precisado que el sacristán que observó el conato de incendio en un primer momento no ha sufrido ninguna lesión.
El párroco ha concretado que tampoco se han registrado perjuicios ni en la talla del Crucificado ni en el templo, cuya construcción comenzó en el siglo XVI.
El sacerdote ha manifestado que los daños se han localizado exclusivamente en la tela que se sitúa en el paso, detrás de la imagen del Cristo, colocado como una especie de dosel, y ha especificado que un restaurador se ha desplazado ya hasta la Iglesia y ha constatado que sólo ha sido este paño el que ha resultado dañado.