(Opinión/InfoCatólica) La petición de de incluir la pena de muerte en la legislación boliviana surgieron en la ciudad de El Alto después del asesinato de los hermanos Peñasco, dos periodistas alteños, que fueron ahorcados cuando iban a sus puestros de trabajo.
Miles de ciudadanos se manifestaron para exigir la pena de muerte para los “cogoteros” y cárcel para los agentes de justicia que confabulen con los criminales.
“Tenemos que pedir a nuestro hermanos que han levantado la voz con indignación pidiendo muerte y muerte; que la muerte no soluciona a la muerte, que a la muerte debemos responder con la vida, una vida abundante para todos como quiere el Señor. No se trata de defender la vida para firmar un libro de componendas”, afirmó el prelado.