(EP) El obispo donostiarra se ha mostrado sorprendido de que “se hablara de ella con la misma admiración y extrañeza que cuando salta la noticia en el barrio de un premiado por la lotería”. En este sentido, ha recordado que ha escuchado “a muchas personas” exclamar que le podían haber dado a ellos el bebé.
El obispo ha indicado que a pocos metros de la Iglesia donde fue hallado este niño existe una “clínica abortista, en cuyo escaparate se publicita el aborto, como si de una ortodoncia se tratase”.
“Paradójicamente, si aquella joven madre hubiese elegido esta otra puerta, no habría sido noticia, ni habría sido detenida, ni tendría que afrontar ahora la previsible pena de dieciocho meses a tres años de cárcel, por abandono de un menor”, ha señalado, para preguntarse si se trata del “mundo al revés”.
Según Mons. Munilla, el hecho de que aquel suceso “haya pasado de largo, sin una reflexión crítica sobre los valores contradictorios de nuestra cultura” supone “un síntoma más de la dictadura del relativismo que padecemos, que nos prohíbe salirnos de la ‘partitura’ de lo políticamente correcto”.
El mundo al revés
Tras felicitarse de que el niño abandonado vive, y será acogido por unos padres que “le amarán como a uno más de sus hijos”, se ha cuestionado sobre cómo es posible que tantos “suspiren por conseguir una adopción en el extranjero, y al mismo tiempo, se sacrifique la vida de miles y miles de inocentes”.
Mons. Munilla ha opinado que “el feminismo que reivindica el aborto como instrumento de emancipación de la mujer, vive de espaldas a la realidad”. A su juicio, el aborto “eleva exponencialmente las probabilidades de quebrantar la salud psíquica de las mujeres” y se ha convertido en “una criba selectiva del sexo, de forma que hay países como China, en los que nacen 119 niños por cada 100 niñas”.
“El aborto se ha traducido en un suicido demográfico, psicológico y moral de la mujer”, ha aseverado. Por ello ha indicado que en la capital guipuzcoana está “trabajando un grupo rescate de niños con riesgo de ser abortados, bajo la coordinación de la Fundación Red Madre”. “Su método consiste en ofrecer alternativas, acompañamiento a las embarazas en riesgo, pisos de acogida, asistencia médica y jurídica”, ha apuntado.
A su juicio, ellos son “los verdaderos y auténticos progresistas”, ya que “luchan por la vida de los inocentes injustamente condenados, y por sus madres”. Para Munilla, el aborto “no es un mal aislado, sino un signo de una sociedad enferma”.
Acto por la paz y la reconciliación
Finalmente, y en coherencia con su “apuesta por la vida”, ha anunciado la celebración, el sábado 25 de febrero, de un acto de oración ‘por la paz y la reconciliación de nuestro pueblo’ que realizarán simultáneamente las diócesis de Bilbao, Vitoria y San Sebastián.
En el caso de la donostiarra, lo llevará a cabo en la Parroquia Iesu, en Riberas de Loiola de San Sebastián, a las 12.00 horas del mediodía. El lema elegido será ‘Busca la paz y corre tras ella! - Zorionekoak bakegileak!’.
l obispo donostiarra se ha mostrado sorprendido de que "se hablara de ella con la misma admiración y extrañeza como cuando salta la noticia en el barrio de un premiado por la lotería". En este sentido, ha recordado haber escuchado "a muchas personas" exclamar que le podían haber dado a ellos el bebé.
Según Mons. Munilla, el hecho de que aquel suceso "haya pasado de largo, sin una reflexión crítica sobre los valores contradictorios de nuestra cultura" supone "un síntoma más de la dictadura del relativismo que padecemos, que nos prohíbe salirnos de la 'partitura' de lo políticamente correcto".
El obispo ha indicado que a pocos metros de la Iglesia donde fue hallado este niño existe una "clínica abortista, en cuyo escaparate se publicita el aborto, como si de una ortodoncia se tratase".
El mundo al revés
"Paradójicamente, si aquella joven madre hubiese elegido esta otra puerta, no habría sido noticia, ni habría sido detenida, ni tendría que afrontar ahora la previsible pena de dieciocho meses a tres años de cárcel, por abandono de un menor", ha señalado, para preguntarse si se trata del "mundo al revés".
Tras felicitarse de que el niño abandonado vive, y será acogido por unos padres que "le amarán como a uno más de sus hijos", se ha cuestionado sobre cómo es posible que tantos "suspiren por conseguir una adopción en el extranjero, y al mismo tiempo, se sacrifique la vida de miles y miles de inocentes".
Mons. Munilla ha opinado que "el feminismo que reivindica el aborto como instrumento de emancipación de la mujer, vive de espaldas a la realidad". A su juicio, el aborto "eleva exponencialmente las probabilidades de quebrantar la salud psíquica de las mujeres" y se ha convertido en "una criba selectiva del sexo, de forma que hay países como China, en los que nacen 119 niños por cada 100 niñas".
"El aborto se ha traducido en un suicido demográfico, psicológico y moral de la mujer", ha aseverado. Por ello ha indicado que en la capital guipuzcoana está "trabajando un grupo rescate de niños con riesgo de ser abortados, bajo la coordinación de la Fundación Red Madre". "Su método consiste en ofrecer alternativas, acompañamiento a las embarazas en riesgo, pisos de acogida, asistencia médica y jurídica", ha apuntado.
A su juicio, ellos son "los verdaderos y auténticos progresistas", ya que "luchan por la vida de los inocentes injustamente condenados, y por sus madres". Para Munilla, el aborto "no es un mal aislado, sino un signo de una sociedad enferma".
Acto por la paz y la reconciliación
Finalmente, y en coherencia con su "apuesta por la vida", ha anunciado la celebración, el sábado 25 de febrero, de un acto de oración 'por la paz y la reconciliación de nuestro pueblo' que realizarán simultáneamente las diócesis de Bilbao, Vitoria y San Sebastián.
En el caso de la donostiarra, lo llevará a cabo en la Parroquia Iesu, en Riberas de Loiola de San Sebastián, a las 12.00 horas del mediodía. El lema elegido será 'Busca la paz y corre tras ella!-Zorionekoak bakegileak!'.