(RV/Vatican Insider) Durante la entrevista con Radio Vaticana, el purpurado español recordó el catecumenado antiguo, en el que las diferentes etapas estaban marcadas por celebraciones específicas para cada momento del itinerario de la iniciación, e indicó que en el Camino Neocatecumenal "hoy se hace lo mismo: por ello, no son etapas artificiales, no se trata de una simple metodología inventada por los hombres, sino que corresponden al itinerario de la conversión".
"La celebración –indicó– en el interior del itinerario propio de estas comunidades, de la Eucaristía se lleva a cabo de manera muy digna y bella, con gran sentido de fe, con espíritu eclesial, festivo y litúrgico, con hondo sentido del misterio y de lo sagrado. La Palabra de Dios y la Eucaristía señalan la prioridad de Dios, la iniciativa de Dios y constituyen la base y la fuente que dan vida, aliento y fuerza a las comunidades, capacidad, vigor y libertad para dar testimonio y evangelizar".
Por ello, al concluir su reflexión sobre la liturgia, el cardenal aseguró que "realmente hay que dar gracias a Dios".