(Diocesiscde/InfoCatólica) Durante su ponencia Mons. Rogelio indicó que el Marco Rector no es que depare equivocaciones futuras sino que es una equivocación presente, ya que contiene un error grande sobre la naturaleza del hombre. “Y nosotros debemos positivamente presentar una alternativa, dar una educación sexual a los niños desde la edad que se pretenda, que sea recta, correcta y sin confusiones” enfatizó.
El prelado señaló que “la causa que nos reúne hoy es una causa muy importante para el mismo bien de la república. Es una causa llena de nobleza que nos interesa a todos, porque desde hace tiempo hay en nuestro país la ola que ha sacudido al mundo desde hace más de 20 años y que ha llevado a deformar la conciencia de muchísima gente”.
No hay un tercer sexo
“Este Marco Rector”, añadió el obispo, “pretende enseñar desde el pre-escolar o primer grado que no solamente hay varones y mujeres, sino personas que tienen el sexo diferente, y que es tan legítimo como todos los demás. Nosotros hemos de mantener que Dios creó al hombre, y los creó varón y mujer. Hay dos sexos: masculino y femenino. Y no hay un tercer sexo” enfatizó el Mons. Livieres.
Igualmente dijo que de hecho puede darse y se dio en la historia diversas uniones entre un hombre y un hombre, una mujer con otra mujer; pero no pretendieron que eso fuese un derecho, es un abuso del derecho. Ni que fuese algo público, sino que siempre fue algo privado. Mucho menos que fuese la base de la familia o que pudieran adoptar hijos, porque esto es una aberración.
Mons. Livieres explicó que “nosotros queremos dar una educación sexual correcta a los niños y a los adolescentes. Contamos con material abundante, escritos a lo largo de 20 años por familias y por movimientos, por la misma Iglesia que hicieron frente en diversos lugares. Gracias a Dios a nosotros nos llegó este problema tardíamente, tenemos tiempo porque ya en otros lugares ya se hicieron muchas cosas buenas y entonces actuaremos con cierta ventaja”.
En otro momento destacó que “No tenemos que quedarnos tranquilos porque hayan diferido la aprobación de este Marco Rector para la educación sexual, ya que la resolución del asunto está aprobado. El proyecto tal como está, la forma de socialización de este modo de pensar fue malo en nuestro país. Encontró una oposición universal, pocas veces la sociedad se opone con tanta firmeza como pasó contra la implementación del Marco Rector”.
Vigilancia y oposición constante
“Las cosas cambian, los imperios han caído”, aseguró el obispo, “pero no podemos esperar que esta idea caiga del mismo modo, tenemos que presentar una vigilancia y oposición constante. Hace 20 años asistimos asombrados a la caída del comunismo, un ejemplo de lo que parecía como algo definitivamente instalado en el mundo y sin embargo cayó como una cosa endeble y enfermiza. Y esto que parece como un movimiento universal que nos va a arrasar puede acabarse como se acaban las olas en la playa. Sin ninguna fuerza y puede quedar en opá reí, pero para eso tenemos que trabajar mucho”.
El prelado indicó que desde el obispado de Ciudad del Este se creará una comisión que se haga cargo de la difusión de las ideas verdaderas en materia de sexualidad. Y con los materiales existentes se difundirá una sana educación sexual.
Petición el presidente de Paraguay
Mons. Livieres quiso “hacer un llamado al Presidente de la República, porque toda iniciativa del Ministerio en última instancia es responsabilidad del Presidente de la República. Él tiene una formación adecuada en esta materia y sabe lo malo que es todo esto que se está proponiendo bajo su nombre. Confío en que le llegue el mensaje de alguna u otra manera y se haga más cargo de esta situación. Lo insto, lo animo al Presidente de la República a que tome las verdaderas banderas, que son banderas de la naturaleza humana, de la dignidad humana y de la formación de las generaciones futuras”, remarcó Mons. Livieres.
Por último, el obispo aseguró que si a los niños se les enseñan barbaridades serán unos pequeños monstruos, pero si se les enseñan cosas buenas serán unas maravillosas personas.