(Efe) Hong recordó que el título del actual líder tibetano, en el exilio desde 1959, fue aprobado por la entonces República de China (1911-1949), y que ahora debe seguir las leyes y regulaciones de la actual República Popular China.
El pasado fin de semana, el actual dalái lama, de 76 años, señaló que cuando tenga unos 90 años consultará con maestros budistas para evaluar si la institución debe continuar y dejará instrucciones sobre el modo en que se deberá llevar a cabo su reencarnación.
El actual líder tibetano, Tenzin Gyatso, nacido en 1935 y XIV supuesta reencarnación del dalái lama, ha señalado en repetidas ocasiones que hay varias opciones para sustituirle cuando llegue su muerte, incluida la elección por votación de un nuevo dalái lama de entre el resto de los lamas.
Considera además, que si se procede por el método tradicional de encontrar un niño que dé señales de ser la reencarnación, como ocurrió con él mismo, deberá haber nacido y ser iniciado en los ritos tibetanos fuera de China e incluso contempla la posibilidad de que sea una mujer.
Otra opción es una práctica esotérica llamada “madey tulku” por la que podría elegir a su reencarnación en vida, por la separación en dos cuerpos del espíritu y la mente del dalái lama original.
China ha dejado claro que no autorizará ni reconocerá ninguna reencarnación que no cumpla con las leyes religiosas chinas.
El pasado marzo, el dalái lama dejó su puesto como líder político del exilio tibetano para dedicarse tan sólo al liderazgo religioso.
Tenzin Gyatso, premio nobel de la Paz en 1989, huyó del Tíbet tras la llegada de las tropas comunistas en los años cincuenta y desde entonces vive exiliado en la India, desde donde lucha por la autonomía de la región.