(Agencias/InfoCatólica) “Lamento la violencia que se comete contra menores sin que la justicia intervenga con dureza. Esta clase de delitos merece la castración física para que no vuelvan a cometerse atrocidades similares, pues la castración química es recuperable”, expresó el prelado.
Mons. Bambarén opinó además que, debido a que la pena de muerte ha sido prácticamente eliminada a nivel internacional y es muy difícil que se implante en el país, es conveniente un régimen penitenciario más riguroso y sin beneficios.
“Si seguimos la enseñanza de Jesús, debería haber pena de muerte para los violadores de niños. Aunque no soy partidario de eso, pero soy fiel a sus enseñanzas. La cadena perpetua sí es una opción, pero en celdas individuales, totalmente incomunicadas”, manifestó.