(AIN) En la carta, a la que ha tenido acceso la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada, el sacerdote se queja de que los procedimientos que se refieren a los ataques de los años 2004 y 2008, fueron sobreseídos por la policía sin producir resultados. En julio de 2004, unas personas de la parroquia —entre ellos, un sacerdote— que trabajaban en el terreno donde se estaba construyendo una iglesia, fueron atacadas por un populacho compuesto por 100 personas, que las agredieron, insultaron y amenazaron de muerte.
En julio 2008 las puertas del templo, concluido en 2006, fueron cerradas por fuera durante un servicio litúrgico, a pesar de que en la iglesia se encontraban unas 250 personas, entre ellas niños de pecho y enfermos.
“Para evitar más enfrentamientos, seguimos la doctrina de nuestro Señor Jesucristo; es decir, perdonamos y ejercemos el amor al prójimo”, subrayó el párroco. Sin embargo, hizo un llamamiento a las autoridades para que reabrieran los procedimientos pasados y condenaran el reciente incidente, pues la parroquia se encuentra “en permanente amenaza”.
Preguntado por Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Visitador Apostólico para las misiones extra-territoriales de la India, Mons. Jacob Mar Barnabas, declaró que la iglesia se encuentra actualmente bajo protección policial, y que la parroquia desea eliminar los destrozos ocasionados lo más pronto posible. El prelado ruega a los católicos de todo el mundo que recen por sus creyentes, pues “en el entorno hay personas que no quieren tener a la Iglesia aquí”.
La iglesia siro-malancara está en comunión con el Papa. Pertenecen a ella aproximadamente 430.000 personas.