Año litúrgico - Ultimas noticias
Comienza con el Adviento un nuevo Año litúrgico
Domingo primero de Adviento. Anunciamos y nos preparamos para celebrar en Navidad la venida de Jesús. «En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre, soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles. Y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor»
Comienza con el Adviento un nuevo Año litúrgico
Domingo primero de Adviento. Anunciamos y nos preparamos para celebrar en Navidad la venida de Jesús. «En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre, soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles. Y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor»
Solemnidad de la Anunciación del Señor
Al anuncio del ángel Gabriel a la Virgen María de que ella dará a luz al Hijo del Altísimo sin conocer varón, por la virtud del Espíritu Santo, María respondió por la obediencia de la fe, segura de que nada hay imposible para Dios: He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra. Y el Verbo se hizo carne
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María: «Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia»
San Anselmo explica bellamente que «Dios es el padre de las cosas creadas; y María es la madre de las cosas recreadas. Pues Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho; y María dio a luz a aquel por quien todo fue salvado»
Comienza con el Adviento un nuevo Año litúrgico
Domingo primero de Adviento. Anunciamos y nos preparamos para celebrar en Navidad la venida de Jesús. «En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre, soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles. Y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor»
Solemnidad de San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María
A San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca esta de Jesús y de nuestra Madre. También es patrono de la Iglesia universal, de los seminaristas y de la buena muerte. Demos gracias a Dios por San José y acudamos a él pidiéndole su intercesión en nuestras necesidades.
Comienza con el Adviento un nuevo Año litúrgico
Domingo primero de Adviento. Anunciamos y nos preparamos para celebrar en Navidad la venida de Jesús. «En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre, soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles. Y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor»
Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo
Termina el año litúrgico. Vamos a celebrar la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo. Podemos ayudarnos del Sermón de San Agustín sobre el salmo 95, «Cantad al Señor un cántico nuevo».
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María: «Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia»
San Anselmo explica bellamente que «Dios es el padre de las cosas creadas; y María es la madre de las cosas recreadas. Pues Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho; y María dio a luz a aquel por quien todo fue salvado»
Hoy comienza con el Adviento un nuevo Año litúrgico
Domingo primero de Adviento. Anunciamos y nos preparamos para celebrar en Navidad la venida de Jesús. «En la primera venida fue envuelto con fajas en el pesebre, soportó la cruz, sin miedo a la ignominia; en la otra vendrá glorificado, y escoltado por un ejército de ángeles. Y saliendo al encuentro del Señor con los ángeles, aclamaremos, adorándolo: Bendito el que viene en nombre del Señor»
Adviento. Mientras esperamos la gloriosa venida de Cristo
«Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era, el que ha de venir, el todopoderoso» (Ap 1,8). Celebramos en el Adviento al que vino, al que viene, al que vendrá al fin de los siglos en la Parusía. Y comenzamos el Adviento, en continuidad con el final del Año litúrgico, evocando la futura Venida gloriosa de Cristo, Contemplamos al Salvador que vendrá en gloria y majestad. Y a medida que nos acerquemos al fin del Adviento, a la Navidad, celebraremos al que vino por la Virgen María en Belén.