InfoCatólica / De Lapsis / Archivos para: 2014

18.11.14

Novena de nueve meses para regenerar Francia. En serio

Novena en Francia

En plena represión socialista en Polonia el cardenal Wyszynski propuso la novena del Milenio del Bautismo de Polonia. Fueron 9 años, de 1957 a 1966, de oración de todos los fieles para la renovación moral de la patria y el ofrecimiento a la Santísima Virgen. El 4 de julio de 1979 San Juan Pablo II renovó la consagración de Polonia a Nuestra Madre:

Los últimos decenios han confirmado y hecho más intensa esta unión entre la nación polaca y su Reina. Ante la Virgen de Czestochowa fue pronunciada la consagración de Polonia al Corazón Inmaculado de María, el 8 de septiembre de 1946. Diez años después, se renovaron en Jasna Góra los votos del Rey Jan Kazimierz, en el 300 aniversario de cuando él, después de un periodo de “diluvio” (invasión de los suecos en el siglo XVIII) proclamó a la Madre de Dios Reina del reino polaco. En esa efemérides comenzó la gran novena de nueve años, como preparación al milenio del bautismo de Polonia. Y finalmente, el mismo año del milenio, el 3 de mayo de 1966, aquí, en este lugar, el primado de Polonia pronunció el acto de total esclavitud a la Madre de Dios, por la libertad de la Iglesia en Polonia y en todo el mundo.

Nuestros hermanos franceses parece que se han inspirado en aquello, y se ha puesto en marcha una novena de nueve meses, en la que los fieles, asociaciones, parroquias, diócesis, comunidades y movimientos están llamados a orar por Francia y por cada uno de sus hijos. Nueve meses para que toda una nación, sí una nación, vuelva sus ojos a Cristo a través de su Madre.

La novena comenzó el 15 de noviembre y durará hasta el 15 de agosto. El Primado de Francia, el cardenal Barbarin, como contaba InfoCatólica decía:

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13.11.14

1 de cada 5 latinoamericanos ya es «protestante», ¿por qué?

El Pew Research Center acaba de publicar (13 de noviembre de 2014) un macroestudio basado en 30.000 entrevistas presenciales entre octubre de 2013 y febrero de 2014 en todos los países de habla hispana y portuguesa de América Latina y el Caribe, con la excepción de Cuba y la inclusión de Puerto Rico y los ‘hispanics’ de USA. El término ‘protestante’ es amplio, porque incluye a todas denominaciones históricas y a los pentecostales que suponen la mitad de esta categoría, y en ese sentido uso ‘protestante’ en este post.

Los resultados son los que son, redondeando:

  • 70% católicos
  • 20% protestantes
  • 10% no afiliados (ateos, agnósticos) y varias

Una pena no disponer de datos históricos por décadas, pero claramente el desplome de católicos desde 1970 es significativo. Si definiésemos mejor la pregunta «ser católico» probablemente el porcentaje de católicos sería bastante menor.

El estudio es muy interesante, lo recomiendo con todas las limitaciones que tiene. No voy a centrarme en el análisis de distribuciones, al fin y al cabo es un estudio global. Por países los resultados son coherentes con estudios locales:

  • Paraguay es el «más católico» (89%), seguido de México (81%) y Colombia (79%)
  • Las Repúblicas centroamericanas las «menos católicas»: El Salvador (50%), Guatemala (50%), Nicaragua (50%) y Honduras (46%).

No descarto que «la sangre de los mártires cristeros» tenga mucho que ver en el caso mexicano y también que «los mártires sociales centroamericanos» sean una consecuencia de la situación en esas repúblicas, aunque en este caso en sentido contrario.

Porque quizá los datos más sugerentes del estudio son los que arrojan un poco de luz sobre los motivos por los que están abandonando la Iglesia nuestros hermanos. Las causas son múltiples y complejas, internas y externas, en algún caso locales, pero me atrevo a decir, con estos datos delante, que:

Los católicos dejan de serlo porque la Iglesia no les habla de Dios (al menos así es percibido)

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12.11.14

11.11.14

Obispo de Mosul rompe a llorar y se recompone lleno de santo orgullo

Mar Nicodemo Dawod Sharaf

Me entero por Leone Grotti de la entrevista al Obispo sirio-ortodoxo de Mosul, Mar Nicodemo Dawod Sharaf (para los ansiosos que no pueden ver los tres minutos y medio de video es suficiente que vayan directamente al 1:10). Reconozco que yo también lloré: ¡cuánto amor de Dios!

La entrevista es del 15 de octubre, el obispo está describiendo la persecución de los cristianos por el Estado Islámico en Irak: «por primera vez en 1500 años no pudimos celebrar la fiesta de Santa Shmuni en nuestra iglesia de Qaraqosh». No tenían templos donde rezar. Y en ese momento no puede más y rompe. No es que se emocione, es que no puede contener las lágrimas.

Recuerda que su patria ha sido devastada por mongoles y tártaros, siempre pudieron celebrar la liturgia en los templos. Ahora no. No les queda nada, a muchos, ni la vida. Y les queda todo: la fe.

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8.11.14

«Soy madre divorciada y recasada, y no puedo comulgar. Por mi salvación rezo para que la Iglesia no cambie su doctrina»

Luma Simms

Luis Fernando recordaba ayer a San Pablo «es preciso que entre vosotros haya disensiones, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre vosotros». E indudablemente el «lío» del Sínodo también está sacando a la luz la verdad, la valentía y la entereza defendida por muchos católicos, laicos, sacerdotes, obispos, de palabra y de obra.

Los kasperosos consideran que el amor a la Eucaristía es un heroísmo no exigible al cristiano medio. Frente a ellos empiezan a abundar testimonios sobrecogedores. Esta semana he leído dos, el de Steve y Shaina Purves, que cohabitaban y decidieron vivir como hermano y hermana cuando se convirtieron por respeto a la Eucaristía hasta que obtuvieron el reconocimiento de nulidad.

O el de Luma Simms en First Things, protestante que se convirtió al catolicismo y que a pesar de estar divorciada descubrió que «la Iglesia Católica tiene una bella y rica doctrina sobre el matrimonio». Un extraordinario ejemplo de atracción de la Verdad y del sentido del pecado, y ojalá algún día pueda ser ejemplo de buen final, el de poder acercarse a recibirle sacramentalmente, porque cesa la situación de adulterio que ella reconoce, para lo que cuenta siempre con la gracia de Dios, y quizá también con nuestras oraciones.

Y es que como bellamente señala la Instrucción de la CDF de 1994,

Será necesario que los pastores y toda la comunidad de fieles sufran y amen junto con las personas interesadas, para que puedan reconocer también en su carga el yugo suave y la carga ligera de Jesús. Su carga no es suave y ligera en cuanto pequeña o insignificante, sino que se vuelve ligera porque el Señor –y junto con él toda la Iglesia– la comparte. Es tarea de la acción pastoral, que se ha de desarrollar con total dedicación, ofrecer esta ayuda fundada conjuntamente en la verdad y en el amor.

Os dejo con la traducción del portal chileno PortaLuz.

«El mismo día en que mi alma se convirtió al catolicismo, descubrí que no podría recibir la comunión, porque soy una mujer divorciada y vuelta a casar». Esta verdad magisterial sustentada en la doctrina, la tradición y los evangelios, lejos de hacerla dudar de su conversión desde el protestantismo, confirmó su adhesión a la Iglesia.

Dolor y alegría

Luma cuenta su historia, mencionando que tuvo «lágrimas de dolor y alegría» al encontrarse con «la verdad sobre la transubstanciación», que es negada por los protestantes. Saber que en la hostia consagrada está realmente el cuerpo vivo de Cristo, dice que le llevó a sentir «dolor por haberse tardado en descubrir esta verdad», pero al mismo tiempo «alegría porque finalmente habían (ella y su segundo marido) encontrado el fundamento de la autoridad que reside en su Iglesia, fundada por Él y que mandó custodiar a todos los Apóstoles instruidos por Él».

Los hijos, determinantes

Luma recuerda que llegó desde el calvinismo al catolicismo gracias a «la hermosa encíclica Humanae Vitae que ablandó mi corazón… Luego nada me parecía suficiente y necesitaba conocer todo aquello que la Iglesia cree, basada en la enseñanza de Jesús». Así descubriría esta conversa el Magisterio de la Iglesia y sorprendería a muchos su capacidad de obediencia:

«Debido a mi divorcio y también porque otro miembro de mi familia recientemente dejó su matrimonio después de 43 años, vi como nuestros hijos han crecían con muchas dudas y cuestionando el matrimonio». Un día, «uno de nuestros hijos, al hablarnos nos mostró la ansiedad que le provocaba saber que no podía asegurar que papá y mamá estarían siempre juntos, a su lado». Este dolor del hijo, cuenta Luma, fue determinante para comprender cuán «profundamente influenciados por nuestras elecciones y la cultura crecen los hijos». Pero a la vez, dice, la impulsó a confirmar su conversión y decisión: «Formarlos en una iglesia que se mantiene firme en el matrimonio para toda la vida».

«Doctrina rica y hermosa»

La Iglesia Católica, dice Luma, «tiene una doctrina rica y hermosa para enseñar de la plenitud del matrimonio en la imagen de la unión entre Cristo y su novia, la Iglesia».

El crecimiento espiritual de esta conversa se ha nutrido particularmente de la vida sacramental. No comulga físicamente, pero nutre su alma y camino de fe mediante la comunión espiritual

«Muchas veces –nos cuenta- me levanto en medio de la noche pensando, ¿cómo es que he llegado a considerar el catolicismo? Pero luego en la mañana durante la misa diaria, orando en la liturgia, ¡experimento la profunda presencia de Dios, incluso si no recibo la Eucaristía y comulgo espiritualmente![…] Es a través de la comunión que espiritualmente soy alimentada por el Señor».

Compromiso

Luma Simms afirma que «no es la Iglesia» quien le niega la Comunión física, «soy yo quien desobedeció a Dios abandonando mi primer matrimonio» a pesar de que era «inmadura» y las «circunstancias me llevaron a esa drástica medida». Tal vez, señala, «algunas personas podrían sorprenderse por mi comunión con una iglesia en la que no puedo comulgar físicamente porque soy divorciada y vuelta a casar. Pero a menos que me puedan probar lo contrario, creo que cualquier acción para autorizar el dar la comunión a quienes somos divorciados vueltos a casar corrompería la doctrina del matrimonio reduciendo además la imagen de la Iglesia como esposa de Cristo… demolería a la Iglesia. Yo he encontrado refugio en la iglesia. Por mi salvación y la de mis hijos rezo para que la Iglesia no cambie su doctrina».

Gracias Luma por tu testimonio, ojalá ayude a algunos «teólogos» también, seguro que ellos te habrían encotrado tristes ‘excusas’. Conocer la distinción entre Bien y del Mal, no buscar justificaciones y abandonarse, de verdad, en el Señor, es el camino, para todos. Perder el sentido del pecado es perderse del todo; tenerlo, la condición necesaria para arrepentirse y pedir perdón.