InfoCatólica / Cor ad cor loquitur / Categoría: Secularización interna de la Iglesia

28.04.14

Es altamente conveniente que IU y los pseudocatólicos malagueños se enteren de lo siguiente...

Como cabía esperar, el escándalo del Pregón de Glorias malagueño sigue coleando. El espectáculo empieza a ser bastante patético ya que el actual portavoz de IU en el ayuntamiento malagueño, Eduardo Zorrilla, no ha tenido mejor idea que ponerse a dar lecciones al obispo, Mons. Jesús Catalá, sobre lo que Jesucristo, la Iglesia y el Papa dicen sobre las uniones homosexuales.

Zorrilla va más allá y asegura que lo que hace el obispo “corresponde a otra época, cuando las autoridades eclesiásticas intervenían y ordenaban en aspectos de la vida civil“. Es decir, según este señor, un obispo católico no tiene nada que decir sobre un pregón organizado por Agrupaciones, Cofradías y Hermandades católicas. ¿Está de guasa? ¿pretende tomarnos el pelo? ¿se ha tomado algo que le ha sentado mal antes de decir semejante barbaridad?

Dice el político de izquierdas que las palabras de Pedro Moreno Brenes son “plenamente conformes” con la Constitución y con los derechos humanos y quela nota del obispado de Málaga forma parte de “una campaña emprendida contra los derechos de la comunidad homosexual“, algo que “no es compartido ni por la gran mayoría de los católicos, ni siquiera por la mayoría de la jerarquía eclesiástica ni el Papa“. Y concluye: “Es esta actitud del Obispado la que causa desasosiego y malestar en los propios católicos, y en toda la ciudadanía, y no las palabras del pregonero“.

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27.04.14

Don Pedro Moreno, usted tiene un problema pero no es el problema

Como era de esperar, el pregonero de las Glorias de Málaga de este año ha reaccionado a la nota que la diócesis andaluza hizo pública ayer sábado. Don Pedro Moreno Brenes escribió lo siguiente en su muro de Facebook:

AL SEÑOR OBISPO DE MÁLAGA

Estimado Sr Obispo, jamás pude pensar que la máxima autoridad de la Iglesia de Málaga, a la que pertenezco y de la que no me sacaran, me acusara directamente de causar dolor, confusión y escándalo por pronunciar un pregón donde, con mi leal saber y entender y con el corazón, intentaba cumplir con el encargo recibido, hablar de las Glorias, de su significado y de las señas de identidad del actuar de un católico, profesar su fe con valentía y sin esconderse de nada ni de nadie, con la verdad por delante y con el debido cumplimiento del mandato a cumplir por todo cristiano, el amor al prójimo.

Sr Obispo, desde el máximo respeto a su persona (el mismo que usted me debe a mi) y al digno cargo de Pastor de la Iglesia de Málaga que usted desempeña, le reitero mi pertenencia a la Iglesia, mi voluntad de seguir viviendo y, cuando llegue el momento, morir como católico, así como mi expresa voluntad de ejercer mis derechos como miembro de la Iglesia al amparo del Derecho Canónico y ante las instancias que procedan. Yo estaba en el pregón, de hecho lo pronuncié, y le aseguro que al menos en los presentes en el acto, salvo que mi capacidad de percepción básica sea nula, no observé en ningún momento ni confusión ni escándalo ni dolor por mis palabras. Usted no estaba presente y en consecuencia supongo que para emitir un juicio tan extremo habrá visionado algún video del acto. Debemos tener ideas radicalmente distintas de lo que significa escandalizar, confundir o causar dolor, pero a diferencia de usted, afirmaciones realizadas por su persona y de las discrepo de forma radical, nunca han sido ni serán calificadas de forma tan desproporcionada y desafortunada como la que usted utiliza con mi persona.

Por respeto a mi conciencia, a los efectos de cualquier procedimiento en el ámbito del Derecho Canónico, me ratifico en todas y cada uno de las afirmaciones realizadas en el Pregón de la Agrupación de Congregaciones, Hermandades y Cofradías de Gloría de Málaga en el día de ayer, y afirmo de forma solemne que las mismas son producto de mi libertad intelectual a la hora de diseñar el mencionado pregón, libertad que de forma exquisita fue respetada en todo momento por tan venerable entidad sin que sus miembros tuvieran conocimiento previo del contenido del pregón debido al formato nada convencional utilizado por mi parte en el mismo.

Atentamente y con mis mejores deseos para su persona y acción pastoral.

Pedro Moreno Brenes

Obviamente yo no soy el obispo de Málaga, pero me apetece comentar la carta. Empecemos por reconocer un hecho que no admite dudas. Don Pedro se considera católico y no tiene la menor intención de dejar la Iglesia… ni de que le saquen de la misma. Eso es bueno. De hecho, no es común que un miembro destacado de Izquierda Unida -fue portavoz en el Ayuntamiento de Málaga- declare su condición de cristiano católico. Es común ver miembros del PSOE y del PP que hacen lo mismo, pero no tanto en la coalición dirigida por Cayo Lara. En alguna entrevista, Moreno Brenes va más allá y se declara abiertamente comunista, cosa que no son todos los afiliados de esas siglas.

Parece evidente que hay un problema de incompatibilidad entre querer ser miembro de la Iglesia y a la vez representante de una formación política que defiende valores que chocan de bruces con la fe católica. Por no entrar en otras cuestiones, centrémonos en dos asuntos. Izquierda Unida, y don Pedro Moreno, están a favor de la ley del aborto -de hecho la actual le parece poco- y la del “matrimonio homosexual". La Iglesia Católica rechaza abiertamente ambas.

Don Pedro debería hacerse la siguiente pregunta: “¿Cuánto habría durado yo como concejal y portavoz de IU en Málaga si me manifestara públicamente contra las leyes abortista y contra el “matrimonio” homosexual?” Él conoce la respuesta, pero por si acaso, se la digo yo: ni cinco minutos. Es más, estoy convencido de que él aceptaría tranquilamente que le echaran de la coalición si se dedicara a defender el derecho a la vida y el matrimonio según la ley natural. Y, sin embargo, pretende que la Iglesia le acepte como miembro de pleno derecho a pesar de que en esos dos temas habla abiertamente, y de forma pertinaz, en contra de lo que la misma enseña.

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26.04.14

Es evidente que la diócesis de Málaga tiene un problema

El 10 de octubre del 2008 Benedicto XVI nombró a Mons. Jesús Catalá, hasta entonces obispo de Alcalá de Henares, como obispo de la diócesis de Málaga. Tomó posesión de la misma el 13 de diciembre de ese mismo año. Lleva por tanto, 5 años largos al frente de la iglesia malagueña. Pero ha tenido que ser en este 2014 cuando se ha encontrado de frente con dos hechos insólitos. En el pregón cofrade de la Juventud se hizo una encendida defensa de las uniones homosexuales. Ciertamente hubo una respuesta más o menos adecuada por parte de la Cofradía responsable. Pero se ve que algunos no aprendieron la lección y ayer mismo, en el pregón de las Glorias, un político retirado de Izquierda Unida volvió a hacer exactamente lo mismo.

Se da además la circunstancia de que la diócesis andaluza ya manifestó su desacuerdo con la elección de pregonero. Lo hizo en noviembre pasado. Es decir, ha habido tiempo más que de sobra para evitar lo que ha ocurrido. Parece claro que las Cofradías de Gloria en Málaga tienen en cuenta el parecer de su obispo lo mismo que tengo yo en cuenta el parecer del imán de la mezquita de la M-30 en Madrid. Por otra parte, no hay que ser muy avezado para dar por hecho que la postura de quien ha sido portavoz de Izquierda Unida en el ayuntamiento de Málaga no comparte la doctrina de la Iglesia en temas fundamentales como el aborto y la familia. Es decir, quienes invitaron a D. Pedro Moreno Brenes a dar el pregón, sabían muy bien lo que hacían y lo que buscaban con esa elección. Y estoy convencido de que daban por hecho que al obispado no le haría gracia alguna y que, a pesar de ello, no cambiarían de pregonero. Conclusión: se trata de una chulería, una provocación y una falta absoluta de respeto de las Cofradías -al menos de sus dirigentes- hacia la persona del vicario de Cristo en Málaga. Lo que es lo mismo que decir a toda la Iglesia, porque como decía San Ignacio de Antioquía a principios del siglo II, allá donde está el Obispo está la Iglesia.

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25.04.14

Zapatero, el arzobispo anglicano de Gales, Benedicto XVI y la verdad que nos hace libres

José Luis Rodríguez Zapatero está encantado de haberse conocido. Y de todas las barbaridades que cometió durante su mandato al frente del gobierno de España, una de las que más ilusión le provoca es la ley del “matrimonio” homosexual. Llega a decir que esa ley es verdadera “Marca España” (entren al link). No sabemos si Mariano Rajoy, actual presidente, llega a tanto, pero es evidente que vive la mar de feliz con la existencia de “bodas” civiles entre homosexuales.

Creo bastante probable que Zapatero esté igual de orgulloso de su ley abortista. Es normal que así sea. Siempre tuvo muy claro cuál era su agenda de valores y lo importante que es para un político poner en marcha los cambios legislativos que se requieren para que la sociedad sea como él quiere que sea. Si además obtiene el voto de los ciudadanos, miel sobre hojuelas. No voy a recordar de nuevo lo que pienso sobre el catolicismo y la política en este país. El que no lo sepa y quiera saberlo, que lea este post reciente.

Es muy significativo saber de boca de Zapatero que el Papa le reprochó la ley del “matrimonio” homosexual todas la veces que se entrevistaron. Obviamente está hablando de Benedicto XVI, que era el Obispo de Roma cuando el socialista estaba en la Moncloa. Eso demuestra que al actual Papa emérito (*) le preocupaba mucho que España se viera expuesta a una ley inicua, que pisotea la ley natural y que, como el propio Zapatero reconoce, es ejemplo para otros países. Especialmente para países hispanoamericanos, añado. No es casual que el “gaymonio” llegue a la América que habla español después de que se ha impuesto en España. Y otro tanto pasa con el aborto. Sospecho que la masonería, a la que muy probablemente pertenece ZP, anda detrás de ese plan.

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22.04.14

Cuando ser católico es creer cualquier cosa

La primera vez que se usó el término Iglesia Católica fue en la primera década del siglo II. El término aparece en la epístola de San Ignacio de Antioquía a los esmirneanos. Y el contexto de la cita es ciertamente significativo:

Allí donde aparezca el obispo, allí debe estar el pueblo; tal como allí donde está Jesús, allí está la Iglesia católica.

Como ven ustedes, el santo obispo mártir tenía bien claro cuál era el orden establecido por Dios para su Iglesia. El obispo al frente del pueblo. Pero no es ese el motivo de este post, que nace como reflexión al que escribió ayer el P. Jorge González y que se titula “Piedad no cree que Dios sea todopoderoso”. En el mismo nos cuenta como una feligresa de una parroquia católica no cree algo en lo que cualquiera que pretende ser cristiano debe creer.

Dejemos a un lado la cuestión de si se puede ser cristiano sin creer todo lo que enseña la Iglesia Católica. Es evidente que hay muchos hermanos separados que sin ser católicos, son cristianos. Ahora bien, San Agustín de Hipona predicó lo siguiente en un sermón:

“No puede creerse que guardáis la fe católica los que no enseñáis que se debe guardar la fe romana”
(Sermon 120,13)

Fíjense ustedes bien que el doctor de la Iglesia no dice simplemente que no se puede ser católico sin creer lo que cree el Papa. No, va más allá. Niega la condición de católicos a los que NO ENSEÑAN que se debe guardar la fe del Vicario de Cristo, Obispo de Roma. Tomen nota de ello los que viven instalados en el “disenso” doctrinal y eclesial.

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