Conferencia en un tribunal eclesial de Italia

Cardenal de Paolis: «No tiene sentido la posibilidad de autorizar el acceso a la Eucaristía» a los divorciados vueltos a casar

El cardenal Velasio De Paolis pronunció recientemente una conferencia en Umbro (Italia) sobre la situación de los divorciados vueltos a casar. El prelado indicó que está en juego la indisolubilidad del matrimonio, la moral sexual, la doctrina sacramental y la armonía entre ley y misericordia divina. «No puede tener sentido la posibilidad de autorizar el acceso a la Eucaristía ni siquiera a la persona que no ha sido de ningún modo causa del fracaso matrimonial y que después ha pasado a convivir con otra persona».

(Quenotelacuenten/Infocatólica) La conferencia del cardenal De Paolis ha sido traducida al español por el P. José Ansaldi, IVE, y reproducida íntegramante en el blog «Que no te la cuenten» del P. Javier Olivera Ravasi, IVE.

El cardenal hace referencia al último consistorio, donde se empezó a tratar la cuestión de los divorciados vueltos a casar:

El tema ha sido de algún modo anticipado en el Consistorio de los Cardenales del 20 y 21 de febrero pasado, donde, según los medios de comunicación, se ha de inmediato focalizado la discusión sobre la condición de los divorciados vueltos a casar, y de tal modo que el Card. Barbarin de Lyon, según lo que dice la prensa, parece exclamó: «habíamos sido llamados para hablar del matrimonio y nos encontramos en cambio discutiendo sobre los divorciados vueltos a casar».

Tras una reflexión sobre el diálogo de la Iglesia con el mundo moderno, en la que advierte que dicho diálogo se «ha transformado en adaptación, y tal vez ha comportado una cierta mundanización y secularización de la Iglesia, que ha terminado por no tener un lugar suficiente en la cultura actual ni fuerza en el trabajo de penetración de su mensaje», el purpurado entra de lleno en el debate, planteando cinco puntos:

1. Está en juego la ley divina: la indisolubilidad del matrimonio

En primer lugar la cuestión de la cual se está hablando no trata simplemente de una ley humana positiva, que pueda ser modificada a voluntad del legislador humano, incluido el eclesiástico. La ley de la indisolubilidad del matrimonio es una ley divina proclamada solemnemente por Jesús y confirmada más de una vez por la Iglesia, al punto que la norma que afirma que el matrimonio rato y consumado entre bautizados no puede ser disuelto por ninguna autoridad humana sino que se disuelve solo con la muerte es doctrina de fe de la Iglesia.

2. Ley divina: la moral sexual

Una segunda norma de derecho divino es que la sexualidad es lícita solo entre personas unidas en matrimonio; esto implica que quién convive con una persona que, según las leyes de la Iglesia no es su cónyuge, se encuentre en una situación grave de pecado que la excluye del acceso a la Eucaristía, y no sólo, sino que no puede recibir ni siquiera el sacramento de la penitencia, porque esto implica que el penitente no puede ser absuelto porque desea perseverar en aquella situación. De hecho la absolución implica que haya arrepentimiento y el propósito de no repetir el pecado.

3. Ley divina: acceder a la Eucaristía en estado de gracia

Debemos decir además que el acceder a la Eucaristía en estado de pecado grave contrasta con la naturaleza misma de la comunión y como tal es contraria a la voluntad divina y a la naturaleza misma de la Eucaristía. La Iglesia de hecho exige a quién quiera acceder a la Eucaristía el estado de gracia santificante, normalmente adquirido a través del sacramento de la penitencia; excepcionalmente cuando no sea posible confesarse y urge el acceso a la Eucaristía, se requiere la contrición perfecta que implica el propósito de confesarse cuanto antes. De tal modo el acceso a la Eucaristía implica siempre, al menos como propósito, la referencia al sacramento de la Penitencia. Se trata no simplemente de una norma disciplinar sino de una doctrina muy profunda sobre la misma Eucaristía, doctrina a menudo ignorada por los mismos fieles que manifiestan la voluntad de recibir el sacramento. Situación de pecado y comunión eucarística están en neto contraste y oposición. El sacramento del amor, y tal es la Eucaristía, es el sacramento de la amistad entre Cristo que se ofrece a sí mismo y el fiel que acepta la amistad con el Señor. El problema por eso debería ser afrontado seriamente justamente a partir del sentido de la participación al sacramento de la Eucaristía.

4. Ley divina: el sacramento de la penitencia

Cualquier pecado por más grave que sea puede ser perdonado por Dios y por la Iglesia. Sin embargo para recibir la absolución sacramental se requiere el arrepentimiento del pecado y el propósito de no recaer y por lo tanto de huir de las ocasiones de pecado.

5. Ley divina: armonía entre la ley divina y la misericordia divina

De frente a la ley divina no se pueden poner en contraste la misericordia y la justicia; el rigor de la ley y la misericordia y el perdón. En estos casos evidentemente no se puede hablar de una incapacidad o inadecuación de la ley para medir todos los casos concretos, especialmente si en el caso concreto el recurso a la misericordia no sería otra cosa que una violación directa de la ley divina. No se puede oponer misericordia y moralidad; ni se puede identificar el amor con la misericordia. Esta es ciertamente un rostro del amor, y como hemos tenido oportunidad de explicar, es también amor pero en cuanto comunica el bien que elimina todo mal[9]. Pero el amor se puede a veces expresar, y en algunos casos se debe hacerlo, con la negación de la misericordia entendida como condescendencia benévola y peor aún como aprobación.

6. Ley divina: todo mandamiento de Dios es un don de su amor

El cumplimiento de un mandamiento de Dios no es ni puede ser visto como opuesto al amor y a la misericordia. Es más, todo mandamiento de Dios, incluso el más severo, refleja el rostro del amor de Dios, aunque no sea el de su amor misericordioso. El mandamiento de la indisolubilidad del matrimonio y de la castidad matrimonial es un don de Dios y no se puede oponer a la misericordia de Dios. Sin embargo, el amor tiene un rostro con múltiples aspectos: es siempre el rostro de Jesús que en todo acto de su vida divina en la tierra es un rostro amoroso, aun cuando se volvía severo para con los fariseos, los escribas y los hipócritas. Jesús, porque es Dios, es siempre amor.

A continuación el cardenal plantea y responde la pregunta: ¿se puede autorizar el acceso a la Eucaristía y a la Penitencia a un divorciado vuelto a casar que convive more uxorio? 

De frente a estas reflexiones, no tiene sentido y no puede tener sentido la posibilidad de autorizar el acceso a la Eucaristía ni siquiera a la persona que no ha sido de ningún modo causa del fracaso matrimonial y que después ha pasado a convivir con otra persona porque se ha sentido objeto de injusticia, en la necesidad de ser ayudada en la educación de los hijos y necesitada de afecto estableciendo una situación irreversible. De hecho ni siquiera la injusticia puede justificar la violación de la ley de Dios. Ni se puede aducir la debilidad humana o la falta de la vocación a la continencia perfecta. La ley del Señor a veces puede pedir acciones heroicas. Si el Señor nos encuentra en esta condición no nos hará faltar la gracia. Ni se puede justificar la ayuda de la cual la eventual persona inocente tiene necesidad para la educación de los hijos. Y tanto menos se puede aducir la irreversibilidad de la situación. Siempre por las mismas razones.

Vivir conyugalmente con un partner que no es el propio marido o la propia mujer es un acto intrínsecamente malo que no se puede jamás justificar por ningún motivo. Es la doctrina moral católica confirmada recientemente por el Sumo Pontífice Juan Pablo II en la encíclica Veritatis Splendor. Justificar en estos casos el acceso a la Eucaristía afirmando que se trata de casos singulares que no se pueden medir con la ley, porque la ley no puede cubrir todos los casos, es olvidar que en el caso presente se trata de una ley divina que por su misma naturaleza cubre todos los casos y no admite excepción, a menos que se quiera admitir la doctrina de la ética de la situación, condenada por la Iglesia en la mencionada encíclica Veritatis splendor.

Sobre el cardenal Kasper

Tras explicar la postura del cardenal Kasper en su intervención del 21 de febrero de este año ante el consistorio cardenalicio, y en referencia a la que pregunta que entonces hizo respecto a los divorciados vueltos a casar -"¿debemos o podemos negar, después de un tiempo de nueva orientación (metanoia), los sacramentos de la penitencia y después de la comunión?"- el cardenal De Paolis responde:

Más allá de las buenas intenciones, la pregunta no parece que pueda tener una respuesta positiva. Más allá de las diferentes situaciones en las cuales los divorciados vueltos a casar puedan encontrarse, en todas las situaciones se encuentra el mismo problema: la ilicitud de una convivencia more uxorio entre dos personas que no están ligadas por un verdadero vínculo matrimonial. El matrimonio civil, de hecho, no es un vínculo matrimonial; según las leyes de la Iglesia no tiene ni siquiera la apariencia de matrimonio, tanto que la Iglesia habla de «atentado» de matrimonio. De frente a esta situación no se ve cómo el divorciado pueda recibir la absolución sacramental y acceder a la Eucaristía. A menudo para legitimar el acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos a casar se ofrecen motivaciones que pueden tener una apariencia de bondad y legitimación.

Finalmente el cardenal italiano realiza una reflexión sobre los equívocos de determinada forma de hacer pastoral, los errores acerca de la misericordia de Dios, la nueva evangelización y la fuerza y la luz de la gracia.

S.E.R Velasio de Paolis,cardenal, dio fin a su conferencia con esta reflexión:

La Iglesia, aún cuando debe tener en cuenta la cultura y los tiempos que cambian, no puede no anunciar a Cristo, que es siempre el mismo, ¡ayer, hoy y siempre! (Hb 13, 8). La referencia a la cultura no puede ser la referencia principal, y mucho menos la única y la determinante para la Iglesia, sino que su punto de referencia debe ser Cristo y su verdad. No puede no ser motivo de reflexión el hecho de que no pocos cristianos hoy tienden a diluir el mensaje cristiano para hacerse aceptar por la cultura del tiempo. Aun más, a menudo dan la impresión de padecer el peso de la disciplina de la Iglesia y de los mandamientos de Dios que la regulan. En particular Jesús ha venido para reconducir al hombre al proyecto de Dios. ¡En lo que respecta al matrimonio ha anunciado el gozo del amor indisoluble en el sacramento del matrimonio! ¿Cómo puede ser que tantos cristianos sientan esto como un peso más bien que como un don y lleven a cabo grandes esfuerzos para redimensionarlo o aun mas para anularlo en vez de trabajar para defender la verdad y dar el testimonio del gozo de vivirlo?

49 comentarios

María de Córdoba (Argentina)
Precisión y claridad.
Fidelidad y Misericordia.
Libertad para el Bien.
Y la Paz que deja en el alma la Verdad.
Gracias Cardenal De Paolis, porque sus palabras hablan de su empeño en salvar almas... salvarlas del pecado, del sacrilegio, del mundo, de la ignorancia y el error. Y hacerlas volver al Amor y la Gracia de Dios!
3/05/14 9:20 AM
Yolanda
Extraordinariamente claro. No hay otra manera de responder al (falso) problema de los adúlteros que pretenden recibir la comunión.

¡Parece que no hubiera otro problema en la Iglesia! O que las cuestiones de pastoral familiar se redujeran a la pretensión de algunos que, en suma, pretenden que la Iglesi se "modernice" bendiciendo el adulterio von la mayor complacencia.

¿Por qué no permitir comulgar a todo el que esté en pecado mortal y, además, haga pública ostentación de ello y de su nulo arrepentimiento y ausencia de propósito de enmienda?
3/05/14 9:32 AM
JJJS
Si está en juego la Eucaristía y el matrimonio, está en juego la Iglesia como verdadera esposa de Cristo. Simplemente, el hecho de plantear este tema como debate creo que es inaceptable.

Le pregunto a quien entienda, ¿si la autoridad correspondiente (sínodo, papa, etc...) dijese ahora que se modifica la doctrina de la Iglesia en este punto, sería apostasía? ¿si en conciencia, por ejemplo yo no pudiera aceptar este cambio, quedaría yo fuera de la comunión de la Iglesia ...?

Por tanto, al margen de lo que al final pase, la confusión (para muchos muchos muchos) favorecida por el choque de poderosos intereses ideológicos y espirituales en juego, es inevitable. Afortunadamente, Cristo no nos abandona, pero vienen curvas.
3/05/14 11:04 AM
Martin Ellingham
De una claridad y contundencia inusuales. Muy importante que señale puntos de ley divina para que no se manipule diciendo que todo es cuestión de disciplina sacramental (ley eclesiástica).
Saludos.
3/05/14 11:28 AM
Luis Fernando
JJJS, no plantee cosas que no son posibles. Ya dijo Cristo que las puertas del Hades no prevalecerían.
3/05/14 12:09 PM
JJJS
Hola Luis Fernando,

Ya había dicho yo que Cristo no nos abandona, pero estarás de acuerdo conmigo en que hablar de esto es pernicioso de por si (aunque también se que Cristo saca provecho de todo).

El Papa y los Obispos tienen que confirmarnos en la fe, no inducirnos a confusión. Y ahora mismo, tal como está planteada la cosa, a la vista de tibios, no creyentes y creyentes, parece un intercambio de opiniones "posibles" sobre un tema "imposible" entre cardenales.

Estoy pensando en mi grupo de catequesis de adultos, en algunos de mis familiares, que no tienen las "ideas" ni la fe tan asentada como nosotros. Y que estos días preguntamos, discutimos sobre estos temss.


Saludos
3/05/14 12:42 PM
Miguel Antonio Barriola
Si la Iglesia católica no vaciló en permitir, que toda una nación (Inglaterra) se separara de su unión, por no consentir en el maltrato de la indisolubilidad matrimonial, que impuso la degeneración lujoriosa de Enrique VIII, descaro que originó el martirio de los santos Tomás Moro, Juan Fisher y tantos más, falsa misericordia sería la que, ahora ignorara la fidelidad de otrora, mantenida hasta la efusión de la sangre.
3/05/14 12:45 PM
Raúl
Por fin un Cardenal que pone blanco sobre negro,en aspectos fundamentales de la vida cristiana.Espero que no lo silencien.Un Pastor peregrinando,con la mirada en Nuestro Señor Crucificado.
3/05/14 1:05 PM
Teresa
Luis Fernando ojalá sea cierto lo que dices, pero si puede ser posible si estuviéramos en el Fin de los Tiempos como dice el Catecismo la Iglesia Católica "La Iglesia deberá pasar por la misma pasión y muerte que sufrió Cristo". Dios te oiga para que no estemos en esos tiempos y todo lo que está ocurriendo sirva para reafirmar la Fe Católica.
3/05/14 1:29 PM
manuel
Con qué paz se queda el alma escuchando hoy esto, que tan sencillo es de entender. Y mucho más me alegraría si no fuese necesario tener que explicarlo tantas veces y el solo oírlo fuese considerado perogrullada por su obviedad, como lo es (verdad).
3/05/14 1:46 PM
Jose2
No puede decirse ni más claro ni más alto.
3/05/14 1:50 PM
solodoctrina
Parece claro que en la Jerarquía existe el debate sobre si la Iglesia se adapta o no al mundo (que ya no es cristiano) cuando en el ejemplo del matrimonio y divorcio el Señor ha sido muy claro: la ley divorcista de Moisés era para adaptarse al mundo duro de corazón; debe volverse al principio, con esposos en fidelidad total en una sola carne, como Dios quiere.

Es claro que esta visión cristiana es hoy muy poco popular ¿Debemos renunciar al Señor por ello o ser testigos de Él?

A mí me gustaría ver a los eclesiásticos discutiendo cómo mejorar la penetración de esta visión cristiana del matrimonio, recalcando el sentido de amor y justicia que tiene la entrega y fidelidad absoluta entre un varón y su mujer y no como vemos ahora que algunos cardenales discuten si igualamos a personas están en parejas sin unión total, con la que Cristo enseñó santa: matrimonio, que es para toda la vida.

En resumen, la doctrina cristiana sobre la fidelidad y matrimonio son extremadamente poco populares, hoy así como en tiempo del mismo Jesús, pero no podemos, no debemos cambiar su enseñanza, a no ser que dejemos de seguirlo por el aplauso del mundo.

Ser cristiano es ser testigo. El cardenal Velasio De Paolis es un ejemplo de ello.
3/05/14 2:09 PM
Menka
JJJS, hace poco el Cardenal Cafarra subrayó también que ni el papa tiene el poder para cambiar la doctrina sobre los sacramentos.
Ahora de Paolis dice otro tanto. Uno más con una voz muy clara, gracias a Dios.
3/05/14 2:33 PM
Gloria Irene ( Flavia )
A menudo para legitimar el acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos a casar se ofrecen motivaciones que pueden tener una apariencia de bondad y legitimación.
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Eso, apariencias. Pues no cuela, no señor, por mucho que intenten manipular el lenguaje, con afirmaciones tan peregrinas -lo leímos hace poco más de un mes- como que la doctrina no cambia y la práctica pastoral sí puede cambiar. Ya les respondió otro Cardenal: "O la doctrina o el caos".

¡Sencillamente genial, Eminencia! Muchísimas gracias por esta claridad de ideas y exposición.
3/05/14 4:35 PM
Sancho
En mi opinión lo que no tiene sentido es la incoherente interpretación que se suele dar de los versículos del Evangelio según san Mateo donde Jesús habló del divorcio. En Mateo 19,9 dice Jesús que si uno repudia a su mujer salvo en caso de adulterio y se casa con otra, adultera (Nácar-Colunga). Esta es una traducción católica de esas palabras que se ajusta al texto original. De este versículo como de Mateo 5,32 se han llegado ha hacer traducciones forzadas para ajustarlas a la interpretación de que se trataba de uniones ilegales, lo cual resulta absurdo puesto que en ese caso no procede dar el acta de repudio o divorcio. Jesús dijo que lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre, pero no que no lo pueda separar pues ni siquiera Dios ha prohibido el divorcio (Ley mosaica); aunque lo critique con una excepción.
De la traducción citada se deducen varias cosas:
1ª- Jesús no prohibió el divorcio aunque lo critica con una excepción. (ni siquiera podía prohibirlo (ver Mt 5,17-19)).
2ª- Jesús admite el divorcio en caso de adulterio (o de fornicación en Mt 5,32).
3ª- Si uno repudia a su mujer en caso de adulterio y se casa con otra no adultera.
No es razonable ni justo pasar de castigar con la muerte el pecado de adulterio a impedir siquiera el divorcio al cónyuge. Recuerdo que en el Evangelio dice que san José era justo y decidió repudiar a su esposa en secreto (Mt 1,19).
Creo humildemente que se debería precisar el dogma para no contradecir la Palabra de D
3/05/14 4:40 PM
rastri
-Validad la comunión eucarística para los divorciados vueltos a casar, independientemente de que equivaldría a invalidar el texto evangélico:

-E independientemente de anular la santidad y ejemplo de Tomas Moro, Fisher y otros que le siguieron; Equivaldría a justificar la postura del matrimonio y del divorcio del rey Enrique VIII; y de todos aquellos que se sometieron a su ley como único autodeclarado jefe de la iglesia de Inglaterra.

Y lo más grave: pondría en entre dicho el dogma de la infalibilidad del Vicario de Cristo
3/05/14 5:26 PM
Tomás
Uno se pregunta por qué el Papa Francisco invitó al Cardenal Kasper a dar esa conferencia si su posición sobre este tema era sobradamente conocido, Pues como obispo en Alemania él y otros propusieron lo mismo en los años 90 y fueron parados por el entonces Cardenal Ratzinger,
3/05/14 5:41 PM
solodoctrina
Cuando dije que me gustaría ver a los eclesiásticos discutiendo cómo mejorar la penetración de la visión cristiana del matrimonio, estaba pensando -entre otros- en comentaristas como Sancho, quienes deducen enseñanzas contrarias a las que transmitió el Señor.

Por ejemplo, Sancho deduce que Cristo enseña que el matrimonio NO es para toda la vida, que depende su durabilidad de si el cónyuge adultera o no, lo cual liberaría del compromiso adquirido ante Dios, pudiendo el cónyuge víctima volver a casarse diluyendo el vínculo sagrado anterior, que se liquidaría como se cierra una sociedad comercial.

Vuelvo a lo del inicio de este comentario, la tarea de convencer y explicar a las mentes modernas la verdad del matrimonio cristiano, es ardua. A ella deberían estar abocada la Jerarquía y no a ver si nos congraciamos con el mundo y sus estados de ánimo variables, bien lejos de la fe y la razón.
3/05/14 6:01 PM
André-Eduardo Luis
Se afirma: “Todo mandato de Dios es un don de su amor”. Se pregunta: ¿Todo don de Dios procede de, ‘lo que ates en la Tierra, atado queda en el cielo'?, pero ante la imposibilidad de alcanzar el don de Dios por ‘la atadura’ ¿se puede desatar ésta para alcanzar aquel don? porque, si se ‘quiere’, ‘lo que desates en la Tierra, desatado queda en el cielo’
3/05/14 6:44 PM
enric
Voy a expresar mi punto de vista sobre:
“Ley divina: la moral sexual
Una segunda norma de derecho divino es que la sexualidad es lícita solo entre personas unidas en matrimonio;...”

Para mí el Máximo Ejemplo a seguir es la Sagrada Familia. Creo firmemente en la virginidad de la Virgen María antes, durante y después del embarazo. Es decir, que la Virgen María nunca mantuvo relaciones sexuales plenas con San José. Ello no significa que sí que hubiese ternura y amor, pero no sexo.

Partiendo de esta base, que se puede desarrollar e incluso relacionar con el tema del pecado original, para mí, resulta muy evidente, que toda persona que aspire a la santidad debe tener presente que el Amor tiene su expresión suprema en la pureza espiritual y también corporal y que puede haber ternura y cariño pero no sexo y lujuria (que son difíciles de separar si bien hay muchos matices).

Con este esquema, el planteamiento para llegar a Dios es el permanecer virgen o bien tomar la resolución de abstinencia sexual completa. Así pues, este es el Camino para llegar a la santidad desde cualquier condición sexual. Se puede ser una persona buena dentro del matrimonio, (y por supuesto Dios sabe si también fuera de él) pero para ser santo hay que vencer el deseo sexual sublimándolo al deseo de estar completamente unido a Dios. Es decir, el matrimonio se consuma en la Unión Espiritual en Dios pues solo Dios basta y quien tiene a Dios nada le falta.
Ánimo y un abrazo.
3/05/14 6:58 PM
Gregory
El sr. Cardenal de Paolis ha sido muy claro sin duda y es bueno por ese lado, ahora nos toca esperar el Sinodo eso sin acompañemoslos en la oración para que el Espíritu Santo actue.
3/05/14 7:16 PM
Alf_3
Una cosa es la separación por motivo de adulterio, y otra es casarse nuevamente la 'víctima'. Esta puede separarse, pero continuar sola, sin compañero, para estar en capacidad de Gracia.
Otra situación es que exista invalidez del matrimonio, en la raíz del mismo, en cuyo caso, nunca existió el vínculo matrimonial. Pero esto debe decidirlo la Rota o sus delegados.
A algunos, como se menciona, puede parecernos duro, pero es muy claro que no hay otro camino. A menos que tratemos de torcer lo leído y querer hacer lo que nos apetezca.
3/05/14 7:54 PM
Sancho
Solodoctrina, yo no deduzco enseñanzas contrarias a lo que transmitió el Señor sino que intento ser fiel a sus palabras. Si realmente le importa la Palabra de Dios rebata si puede mis argumentos con argumentos y no con descalificaciones sin fundamento. Además de doctrina le recomiendo la misericordia.
3/05/14 9:19 PM
Gerardo
Sobre las palabras de nuestro Señor Jesucristo cuando habló de a no ser por adulterio, lo que yo he leído es que lo que se entiende en el idioma original en el que fue escrito el Evangelio, no tiene nada que ver con la autorización del divorcio y posterior nuevo matrimonio.
De hecho las palabras de Jesús son más exigentes y lo que significa es que los esposos no se pueden separar porque si, porque ya no se quieren, porque la esposa subió de peso, porque el esposo se quedo calvo, etc. sino que sólo se pueden separar por motivo de adulterio, pero esa separación no quiere decir que se puedan volver a casar con alguien más.
3/05/14 9:50 PM
Roberto
Pero vamos a ver, ¿cuantos van bien preparados de verdad al sacramento del matrimonio? Porque ese es el problema de raíz.

El matrimonio tal como lo plantea la Iglesia es algo muy exigente. No estaría mal que llamásemos a las cosas por su nombre y nos evitaríamos estos líos de divorcios, separaciones, nulidades, divorciados comulgantes o no, etc, etc.

Actualmente el sacramento del matrimonio es un auténtico "coladero" de gente que ni por asomo va bien preparada, muchos no saben realmente donde se meten de verdad.
Creo que se casa mucha gente por la Iglesia que no debería.
3/05/14 11:02 PM
Silvia Ines
Gracias Cardenal por su doctrina transparente y sòlida en medio de este pantano pestilente en el que tantos prelados nos quisieran hundir llevàndonos por los caminos tortuosos del modernismo!
3/05/14 11:39 PM
solodoctrina
Sancho

Ocurre que en su "intento ser fiel a sus palabras" contradice lo que el propio Jesús ha dicho y no me parece sensato que el origen de su exclusivo error se lo endose al Señor deduciendo de su enseñanza sobre matrimonio y divorcio que "si uno repudia a su mujer en caso de adulterio y se casa con otra no adultera".

Además, en el caso que usted fuera católico debería preocuparse y averiguar si está en comunión con la razón y la fe de la Iglesia de Dios expresada durante siglos y concretada como artículo de fe en el sacrosanto y ecuménico Concilio de Trento, Sesión XXIV, canon vii: "Si alguno dijere, que la Iglesia yerra cuando ha enseñado y enseña, según la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, que no se puede disolver el vínculo del Matrimonio por el adulterio de uno de los dos consortes; y cuando enseña que ninguno de los dos, ni aun el inocente que no dio motivo al adulterio, puede contraer otro Matrimonio viviendo el otro consorte; y que cae en fornicación el que se casare con otra dejada la primera por adúltera, o la que, dejando al adúltero, se casare con otro; sea excomulgado".
4/05/14 12:05 AM
Juan Argento
Muestro muy sencillamente el error de la posicion de Sancho en su comentario de 03/05/14 4:40 PM a partir de este pasaje evangélico:

«Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido, comete adulterio.» (Lc 16, 18)

Supongamos la siguiente secuencia:

Situacion inicial: José y Ana estan casados.
Acto 1: José repudia a Ana y se casa con Beatriz.

Segun Jesús en la primera parte del texto recien citado, por el acto 1 José ha cometido adulterio. Por lo tanto, segun lo que dice Sancho en su primer comentario, Ana ahora puede legitimamente casarse con otra persona. Por lo tanto, muy tranquila despues de leer a Sancho...

Acto 2: Ana se casa con Pablo.

Pero según Jesús en la segunda parte del texto recien citado, por el acto 2 Ana ha cometido adulterio. Lo cual muestra claramente que el entendimiento de Sancho de las palabras de Jesús es erróneo.
4/05/14 12:55 AM
Antonio Jara de las Heras
Desconozco si uno o varios de los comentaristas que han tenido la bondad de escribir aquí, posee la responsabilidad pastoral por ministerio y capacidad para ofrecer criterios y doctrina sobre este tema que actualmente es como un desafío a resolver por quienes tienen la competencia para ello, y la luz del Espíritu Santo.
Para mi mismo, y para los que estamos ajenos a la responsabilidad de tener que decidir, juzgar y condenar o rechazar desde nuestra condición de seglares, prefiero no oponer ninguna resistencia a lo que puede ser obra o iniciativa divina.
Pienso en las palabras del fariseo Gamaliel: "Tened mucho cuidado con lo que vais a hacer (...) Pues bien, os digo: poneos al margen de esos hombres y dejadlos: porque si ese plan o esa obra viene de los hombres, se deshará, pero si viene de Dios no podréis deshacerlos; no vayáis a encontraros haciendo la guerra a Dios" (Hch 5, 35a. 38-39)
Me fijo igualmente en el episodio que narra Pedro en Hch 11, 1-18)
Por todo esto considero personalmente, y así lo hago, que nuestra actitud ante este nuevo reto que tiene la Iglesia, nunca sea de juicio y condena sino de oración confiada a Dios para que se haga su voluntad y la decisión de aceptarla sin ninguna reserva, sea la que sea.
¡Que el Señor, Dios nuestro, nos bendiga a todos y nos conceda su Amor, su gracia y nos lleve a la vida eterna en su reino!
4/05/14 1:17 AM
felix
La interpretacion de Sancho no cabe en el texto que implica unicamente la legitima separacion, pero no una nueva union. Por ello le dicen sus discípulos que si tal es la condicion del matrimonio, entonces no vale la pena casarse.
4/05/14 1:54 AM
Enrique G. B. A.
"Vivir conyugalmente con un partner que no es el propio marido o la propia mujer es un acto intrínsecamente malo que no se puede jamás justificar por ningún motivo"
Se puede decir lo mismo con otras palabras y con la misma consecuencia: no acceso a la Eucaristía de los divorciados vueltos (civilmente) a casar, por caer en adulterio, como nos enseñó Jesús.
De los pecados que nos impiden la comunión eucarística ¿cuál no es intrínsecamente malo?, ¿cuál se justifica por algún motivo?.
4/05/14 2:12 AM
Yolanda
Antonio Jara de las Heras:

La Iglesia no tiene ningún "nuevo reto". Son los "retos" de siempre. Y desde el último de los laicos hasta el mismísimo papa, las palabras de Jesús obligan hasta el punto de que quien las contradiga, así sea el mismo papa... no digo más.
4/05/14 9:44 AM
Antonio Jara de las Heras
Estimada Yolanda:
Agradezco tu amabilidad al responder a mi comentario.
Y respeto, aunque no comparto nada tu actitud radical e intransigente.
Estoy persuadido de que la religión cristiana no es un conjunto de deberes y de obligaciones, sino medularmente, una relación de amor total a Dios, sobre todas las cosas, y al prójimo, aunque sean pecadores... (como yo mismo, el más pecador e indigno de la misericordia divina)
Por ello, aunque mi situación es la de felizmente casado, me llena de compasión y de misericordia la situación de tantos buenos cristianos hermanos míos afectados por este "reto de siempre", según tus palabras.
Que Dios te bendiga, y la cercanía de la Santísima Virgen no te falte nunca.
4/05/14 12:01 PM
Yolanda
Ni más ni menos "intransigente" que el mismo Jesús, que hizo exclamar a sua discípulos "si es así, no trae cuenta casarse". Ser cristiano exige, a veces, el heroísmo.
4/05/14 2:58 PM
ANTONIO GARCIA FUSTES
Por que ahora es tan relevante el casamiento por lo civil?
Por que pueden comulgar no vueltos a casar viviendo en amor libre?
Por que pueden comulgar tantos degenerados dentro y fuera de la iglesia practicando el celibato?
Por que se habla ahora de misericordia injusta cuando la misericordia viene de Dios? El hombre solo puede clemente.
Por que hay tantos jueces y no dejan que Jesucristo sea el unico capaz de resolver este dilema dogmatico?
La infalibilidad del Papa es lo que no quieren cambiar.
Por que quieren a los vueltos a casar en la iglesia si son unos condenados que no merecen misericordia divina ni humana clemencia? Yo no me voy de la Iglesia Catolica por su influencia mariana y otras cosas como la lucha contra el aborto. Y el colmo, los vueltos a casar pueden resolver el problema repudiando a su pareja divorciandose por lo civil!
4/05/14 3:17 PM
Sancho
Solodoctrina, yo estoy buscando la verdad y hasta ahora nadie ha demostrado que contradiga lo que Jesús ha dicho. Si se aceptan las palabras de Jesús hay que reconocer que mis deducciones son la consecuencia lógica de esas palabras. Reconozco el Magisterio de la Iglesia y me limito a dar mi opinión. Quizá haga falta un nuevo Concilio para precisar, que no derogar, el dogma de la indisolubilidad del matrimonio.

Juan Argento, no puede contraponer lo que dice un Evangelio con otro pues todos forman parte de un único Evangelio. Por algo se dice Evangelio según....

Félix, el texto dice lo que dice y mi interpretación no atenta contra la lógica. No es serio que unas traducciones católicas hablen de uniones ilegales, lo cual resulta absurdo pues en ese caso ni procede dar el acta de divorcio ni habría adulterio posterior al no tratarse de un verdadero matrimonio, y que cuando otras traducciones respetan el texto original haya quien, como usted, den interpretaciones que no se ajustan a las palabras del mismo.
4/05/14 4:48 PM
Yolanda
Antonio:

Los que viven el amor libre tampoco pueden comulgar. Nadie en pecado mortal puede hacerlo.
4/05/14 10:34 PM
verdin
El amor libre, bonitas palabras para ser tan maltratadas.
5/05/14 10:16 AM
Antonio Jara de las Heras
Estimada Yolanda: Pienso que me diriges a mi esas dos afirmaciones dedicadas a "Antonio".
Había decidido cerrar nuestra conversación aquí, porque creo que no tratamos ni sentimos en fondo del asunto desde la misma posición.
Sin embargo rompo mi propósito anterior ante lo que expresas en estas dos afirmaciones, y deseo ofrecerte estas consideraciones por si caes en la cuenta de la gran realidad dejando atrás lo meticuloso.
Afirmas: "los que viven el amor libre tampoco pueden comulgar"
Mi estimada Yolanda... ¡el amor siempre ha de ser libre! No vale un amor forzoso. Dios no nos obliga amarle a fuerza de golpes. "Si alguien me ama, mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos nuestra morada en él" ¡Es tan luminosamente sencillo que puede explicarse que no lo entiendas!
Te aconsejo que pidas luz a Dios y te dejes envolver en la maravilla de su Amor. Pues repito: Lo queramos o no, la religión no es un asunto de deberes y obligaciones, sino una relación de amor con Dios. Todo lo demás tiene su razón de ser partiendo de esa premisa.
Que Dios te bendiga y te conceda encontrar su Amor.
5/05/14 1:56 PM
Roberto
Una pregunta a tanto experto como hay por aquí.
Aquellos que creen que se debe permitir dar la comunión a quien estando casado se haya divorciado y vuelto a casar civilmente (lógico), ¿están también de acuerdo en dar la comunión a sacerdotes que mantengan una relación sexual continuada con una mujer?
5/05/14 3:20 PM
Sylvia Caldera de Chamorro
que Dios lo bendiga!!!! El sacramento del matrimonio es palabra de Dios y no debe discutirse. Que se revisen los prematrimoniales de cada pais.
5/05/14 3:43 PM
morayma
estoy totalmente de acuerdo con sus reflexiones, la iglesia esta llamda a trasmitir la verdad revelada por Cristo, y seria una raicion,ofensa,y descaro con tan solo plantear la discucion sobree el tema.
soy catequista y se me ha acusado de ser tradicionalista, conservadora, si se quiere y siempre en la catequesis sea parroquial, oh en la legion de maria, hablo claro sobre temas fundamentales.
6/05/14 12:21 AM
Javier
Primero y más importante: No está mal que discutamos estas cosas. Si no tuviéramos capacidad para dudar, lo mismo daríamos por buena una doctrina que la contraria. Podrían estar algunos dando vítores por la Ley divina del repudio y rasgándose las vestiduras por los intransigentes zelotes de la indisolubilidad.

Sin embargo cuando después de tanta discusión durante siglos,incluso milenios, basándose en las mismas escrituras, gentes de uno y otro lado que genuinamente buscan la verdad, más allá del orgullo de tener razón o de apetencias personales, sigan opinando cosas diametralmente opuestas... posiblemente al buen Dios el tema le traiga al pairo. Y nuestros argumentos sean torpes y redundantes.

Aun suponiendo que Jesús pretendiera establecer dogma, que los evangelistas recordasen fielmente décadas después, se expresasen con precisión, no hubiera contaminación en las escrituras por inventivas de sectas, etc... Jesús se manifiesta en contra de la injusticia del repudio. Pero ello no implica que haya que apartar al "adúltero", o que en caso de que la injusticia esté ya cometida, proscribir cualquier nueva unión.
Se le atribuyen a San Pablo algunas otras prescripciones matrimoniales, pero si consideramos a muchos bautizados como los paganos que de hecho son, quedarían en papel mojado.

De todos modos no comprendo este interés en comulgar sacramentalmente. Quien permanece en el banco por su conciencia posiblemente alcance mayor justificación que quien comulga como un robot
6/05/14 12:24 PM
Mario
La postura de Jesucristo tuvo que parecer absolutamente radical e intransigente a los siempre "radicales e intransigentes" fariseos, que esta vez se vieron superados en radicalidad e intransigencia al serles recordada cual era la ley en un principio:


"¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne?6 De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".


Luego podemos suponer que Jesucristo mantuvo la coherencia con esta primera postura, y reivindicó el plan primigenio, o que viró de repente a una aceptación de la cláusula mosaica -obviando, claro está, que al punto en 19,9 los discípulos se escandalizan y él lo arregla hablando de la continencia- . Y entonces querremos entender "por-neias", unión ilícita (desde concubinato hasta incesto), que es la palabra que usa San Mateo, como adulterio, aunque San Mateo mismo la opone al verbo μοιχ-άω, adulterar.¿No trataremos de leer el pasaje en armonía con el resto de textos? No digo ya ver que ni S.Marcos ni S.Lucas ponen excepción -ni repasar la bimilenaria tradición- sino leamos, v.g., 1Cor 6:9 sobre quienes no poseerán el reino de Dios, para ver cómo se usan, pudiendo diferenciarse, los términos en época de Jesús :


οὔτε πόρνοι ο̢
6/05/14 5:52 PM
Mario
.οὔτε πόρνοι οὔτε εἰδωλολάτραι οὔτε μοιχοὶ

.Neque for_nicarii, neque idolis servientes, neque adulteri

.Literalmente: ni fornicarios, ni idólatras, ni adúlteros.


Y ojo: aunque Nácar-Colunga traduce distinto, en Mateo 5:32 y 19:9 aparece lo mismo: "por_neias", en la vulgata traducido ambos por "forn_icatio". Ahora bien, "for_nicatio" intentaba ser entonces un reflejo fiel de amplitud de "por_neias", tampoco nos quedemos en la actual acepción española.


Aunque ya puestos -si vamos a escoger la acepción o traducción que nos apetezca- sería bastante curioso ver Mt 5:32, el sermón de la montaña, bajo la lectura de μοιχ-άω = forn_icatio = adulterio, y suponer que un Jesucristo que en su sermón va superando la ley mosaica camino de la perfección "Se os ha dicho... yo os digo", una vez que llega al divorcio suelta "se os ha dicho... y me parece bien tal como está, pero cuidad de estar con la escuela rigorista de Shamai, y no con la laxa de Hilel".


Así que, según lo veo, sólo nos queda adjudicar a Jesús incoherencia o intransigencia. Aunque yo me pensaría si usar el apelativo intransigencia no sería una manera de juzgar - y lejos está de todo buen cristiano el juzgar, a no ser que quiera ser juzgado, ¿verdad?- cuando podría haber dicho firme, por ejem
6/05/14 6:20 PM
Matias
Siento verguenza de leer todas las palabras de los usuarios, es increíble cómo los que se hacen llamar "cristianos" se dediquen exclusivamente a ser teóricos de la fe y no practiquen el amor hacia un hermano que no encontró la felicidad con quien fuese su pareja pero, sin embargo, no abandona su fe. Porque son cosas distintas, uno es hijo de Dios divorciado o no. Uno cree en Jesús sin importar de qué trabaja, qué come o con quién desea compartir su vida ¿Y por qué entonces no podría seguir a Jesús estando separado? Es lamentable como miembros de la Iglesia excluyen a sus pares que quieren profesar su fe y vivir en Cristo. Increíble también que los comparen con el adulterio y el abuso.
Yo creo en la historia del hijo pródigo, la siento viva en ésta discusión, entre quienes basan su fe en la teoría y ni siquiera la ponen en práctica con los demás.
Lamento con el corazón que sus creencias se basen en leyes y no en el verdadero mensaje divino. Por mi parte deduzco que no caerán bien mis palabras, pero me veo en la necesidad de expresar lo que siento y hacerlo parte en este blog, muchas gracias.
6/05/14 8:12 PM
Horacio
Matias, ¿sabes quién dijo que los que se volvían a casar tras haberse divorciado eran adúlteros?

Un tal Jesucristo.

Así que si tienes alguna queja, se la haces a Él, no a nosotros.
6/05/14 8:23 PM
Javier
Un abrazo Matías.
Quien se haya divorciado y yazca con otra pareja habrá de responder si en algo ha faltado a su(s) "ex".
Quien juzga a su prójimo con dureza y carga fardos pesados sobre las espaldas de estos, no debería extrañarse si los publicanos, las prostitutas y los divorciados le llevan la delantera.
6/05/14 9:30 PM
Luis Fernando
Javier, quien haga lo que usted dice, tendrá que responder a la pregunta de por qué ha ignorado estas palabras de Cristo:

Lucas 16,18
Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, adultera, y el que se casa con la repudiada por el marido, comete adulterio.

Nosotros no juzgamos. Es la palabra de Cristo quien juzga:

Jn 12,48
El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene ya quien le juzgue; la palabra que Yo he hablado, ésa le juzgará en el último día.
6/05/14 10:12 PM

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