(El Confidencial) Hasta ayer, ya son más de 140 organizaciones las que se han adherido a la campaña “De mis impuestos al Papa, cero” y cientos de personas las que, a través de las redes sociales, han firmado un manifiesto en contra de la subvención pública de la visita “particular” del Pontífice. Una subvención que, tal y como aclaró Giménez Barriocanal el pasado lunes, es inexistente.
Se han repartido carteles con una señal de prohibido sobre la figura de Benedicto XVI y se convoca también a una gran marcha de disfraces “de obispos, monjas y monaguillos”. Se espera que la concentración sea multitudinaria aunque, eso sí, advierten que hay varios recorridos alternativos para evitar una posible prohibición de la autoridad gubernativa.
El gobierno de Aguirre presiona para que no se boicotee la JMJ
En este mismo sentido, la Comunidad de Madrid está presionando a la Delegación del Gobierno para que impida el boicot de los “indignados” a la visita papal, desbordando la Puerta del Sol, como ya sucedió durante la jornada de reflexión de las elecciones municipales. Esperanza Aguirre asegura que “no entiende” que la delegada del Gobierno “se proponga” autorizar una manifestación “antipapa” y asegura que la Comunidad está “sorprendida” por la actitud de la Delegación ante este posible boicot. Ha señalado que “parece” que a la Delegación del Gobierno le falta un informe para consentir este acto de protesta y ha confiado en que “al final” no se produzca.
Carrión dice que no habrá interferencias
Precisamente ayer se manifestó la delegada del gobierno, asegurando que “no habrá ninguna interferencia de lo poco que queda en Sol, ni con ninguna otra concentración, derecho de manifestación, acampada o como quieran llamarlo”.
La manifestación interferiría en el sistema de seguridad dispuesto para la visita. El ayuntamiento ha anunciado la presencia en las calles desde el domingo anterior de 4.100 policías municipales, 1.360 turnos de efectivos sanitarios y casi 3.000 de Samur y Protección Civil, que cercarán el centro de Madrid durante la semana que dure las jornadas. Según Pedro Calvo, delegado madrileño de Seguridad y Movilidad, el objetivo es “velar por los participantes de la Jornada Mundial de la Juventud”. En el plan, que tendrá una “estructura de círculos concéntricos”, participarán las tres administraciones.