(ZENIT/El Observador) A través de diversos medios como la radio y los periódicos propiedad de la Iglesia, se ha estado insistiendo en que la fecundación in vitro representa un homicidio y que debe seguir siendo prohibida en Costa Rica.
También en pláticas dadas por especialistas a maestros y alumnos de escuelas se insiste en que la reproducción asistida es un método que elimina y decide sobre la vida de otros seres humanos que o son destruidos o son congelados durante el proceso de fecundación.
Anuncio en radio
Un anuncio en la radio de Costa Rica, patrocinado por la Iglesia, hace decir a una voz de niña: "Hola, soy Sofi, la tercera de tres hermanitos, y aunque mis papitos me amen con todo su corazón, sé que para venir al mundo mis otros siete hermanitos murieron en un laboratorio".
Luego, la voz de un locutor concluye: "¿Quién tiene decho a decidir sobre la vida de los otros? La fecundación in vitro atenta contra la vida".
Jason Granados, director de Radio Fides, una de las radios que desde hace un par de semanas se escuchan en todo el territorio de Costa Rica, explicó que los anuncios fueron producidos por esa estación y avalados por la arquidiócesis de San José.
Presiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Granados comentó que la campaña fue planteada a “a raíz del proyecto de ley sobre fecundación in vitro que hay en la Asamblea Legislativa, y por la presión que está haciendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se apruebe”.
Ésta última ha dado de plazo hasta el 31 de julio próximo para que la iniciativa sea aprobada en el Congreso costarricense.
El último proyecto rechazado en el Congreso
El tema ya fue motivo de controversia en el Congreso, donde el 15 de junio fue rechazado un proyecto para regular la fecundación in vitro, al aprobar el Plenario Legislativo con 26 votos contra 25 el informe negativo de mayoría que presentó un grupo de legisladores de la Comisión Especial que estudió el proyecto y que recomendaba no aprobarla.
El proyecto se tramitó tras una disposición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que pidió a Costa Rica reactivar esa técnica, diez años después de que la Sala IV la prohibió. El plazo dado por este organismo internacional para implementar la ley vence en mes y medio y de no hacerlo el país se expone a sanciones de carácter intencional.
La diputada Rita Chávez Casanova atacó el proyecto asegurando que con su aprobación se expone al embrión a un riesgo elevado de muerte y no protege la integridad física de la mujer exponiéndola a efectos secundarios como la hiperestimulación ovárica. Chávez además recalcó que el artículo 21 de la Constitución Política no hace distinción entre vida humana embrionaria, fetal, infantil, hombre, mujer o raza pues la norma contiene la amplitud necesaria y visionaria de la protección de la vida humana.