(Andrea Tornielli-Vatican Insider / InfoCatólica) El cardenal Policarpo respondió a una larga entrevista que le hizo la revista “OA”, que publica el Colegio de Abogados (Ordem das Advogados) de Portugal. Explicó que, con respecto al sacerdocio femenino, “la posición de la Iglesia católica se basa mucho en el Evangelio, no tiene la autonomía de un partido o de un gobierno. Se basa en la fidelidad hacia el Evangelio, hacia la persona de Jesús y hacia una tradición muy fuerte que proviene de los apóstoles”.
“Juan Pablo II –continuó Policarpo– en cierto momento pareció dirimir la cuestión”. Se refiere a la carta apostólica “Ordinatio sacerdotalis” (1994), uno de los documentos más breves de Juan Pablo II, con el que el Papa, tras la decisión de la comunión anglicana de permitir el sacerdocio a las mujeres, sostenía que la Iglesia católica no lo habría hecho nunca.
“Pienso –dijo el cardinal Policarpo– que la cuestión no se puede resolver así. Teológicamente no hay ningún obstáculo fundamental; existe esta tradición, digamos: no se ha hecho nunca en otro modo”.
A las preguntas de la entrevistadora, interesada por la afirmación del purpurado sobre el hecho de que no existen razones teológicas contra las mujeres sacerdote, Policarpo respondió: “Pienso que no hay ningún obstáculo fundamental. Hay una igualdad fundamental de todos los miembros de la Iglesia. El problema consiste en la fuerte tradición que viene desde Jesús y la facilidad con la que las Iglesias reformadas han concedido el sacerdocio a las mujeres”.
El patriarca de Lisboa explicó entonces que consideraba que la pregunta sobre la mujer sacerdote es “un falso problema”, porque las mismas jóvenes que le preguntan, responden negativamente cuando él les pregunta si estarían dispuestas a ser sacerdotes.
Las afirmaciones del purpurado portugués tienen como objetivo abrir la discusión. Un año después de esa carta de Juan Pablo II se planteó una duda (dubium) ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, entonces dirigida por el cardenal Joseph Ratzinger y el secretario Tarcisio Bertone. Se preguntaba si “la doctrina que debe mantenerse de manera definitiva, según la cual la Iglesia no tiene facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres propuesta en la Carta Apostólica Ordinatio sacerdotalis, se ha de entender como perteneciente al depósito de la fe”. La respuesta, aprobada por el Papa Wojtyla, fue “Affirmative” (“Sí”)
La Congregación explicó que “esta doctrina exige un asentimiento definitivo, puesto que, basada en la Palabra de Dios escrita y constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia desde el principio, ha sido propuesta infaliblemente por el Magisterio ordinario y universal”, por lo que “siempre, en todas partes y por todos los fieles se debe mantener, en cuanto perteneciente al depósito de la fe”