(ElObservador/InfoCatólica) Una ola de ataques vandálicos contra imágenes religiosas ha conmocionado a los venezolanos. La mayoría de los ataques ha consistido en agresiones directas contra estatuas e imágenes de la Divina Pastora, cuya fiesta anual es una de las más grandes de América Latina. El peor ataque hasta ahora ocurrió en el estado Lara, donde aparentemente una bala hizo un agujero en la mejilla de la estatua de la Divina Pastora, mientras que las ovejas que cuidaba fueron decapitadas.
Dentro de decenas de profanaciones registradas en las últimas semanas se cuenta la decapitación de la estatua de José Gregorio Hernández. Otras imágenes han sido pintadas de rojo, mientras que a una escultura de la Virgen de Coromoto le cortaron las manos. El peor ataque hasta ahora ocurrió en el estado Lara, donde aparentemente una bala hizo un agujero en la mejilla de la estatua de la Divina Pastora, mientras que las ovejas que cuidaba fueron decapitadas
Hasta el momento no han sido capturados los responsables de los ataques. Unos pocos creen que un culto satánico realizó estos actos, pero varios venezolanos sospechan que políticos están detrás del vandalismo.
Pese a proclamarse seguidor de Cristo y utilizar citas bíblicas en sus discursos, Hugo Chávez está divorciado de la jerarquía católica, a la que ha acusado en sus 12 años de Gobierno de estar aliada con élites millonarias. El militar retirado no ha perdonado a los líderes católicos de haber, a su juicio, bendecido el golpe de Estado que lo alejó del poder momentáneamente el 2002.
El ministro del Interior Tareck El Aissami manifestó recientemente su intención de castigar a los responsables del vandalismo y señaló que sospecha de enemigos del Gobierno que buscan desacreditarlo. "Son prácticas históricas de la ultraderecha fascista (...) Si algún Gobierno ha respetado la libertad de culto, las iglesias y la fe, es este gobierno", dijo a periodistas.
Pero en la oposición, muchos creen que los ataques fueron hechos por extremistas izquierdistas que apoyan a Chávez. "Los antecedentes de esos excesos anticatólicos en la historia de la 'izquierda' son mucho más extensos que los de la derecha, por ultra que sea", publicó el diario Tal Cuál. El editorialista Fernando Rodríguez añadió que sospechaba de los partidarios del Gobierno por la naturaleza atea del marxismo y la existencia de bandas de choque afines al Gobierno.
Publicamos a continuación la versión íntegra del comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana:
1.- Los Obispos que conformamos la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana manifestamos nuestra consternación y firme repudio ante los ataques infringidos a la Imagen de la Divina Pastora y a otras sagradas y veneradas imágenes en diversos lugares de nuestro país.
2.- Estos ataques, vienen a añadirse a otros hechos semejantes, ocurridos en los últimos años, en contra de personas, lugares y símbolos católicos y de otras denominaciones cristianas. Tales acciones vulneran el sentimiento católico de la mayoría del pueblo venezolano, desdicen del espíritu de respeto, tolerancia o afecto hacia lo religioso que es tradicional entre nosotros, atentan contra la convivencia pacífica, inciden negativamente en el clima de la seguridad ciudadana, y ponen en peligro el disfrute del derecho fundamental a la libertad religiosa y de conciencia consagrado en nuestra Constitución.
3.- En consecuencia, instamos a los organismos competentes a adelantar con diligencia las investigaciones pertinentes que lleven a esclarecer las causas e identificar y sancionar a los responsables de estos hechos, como muestra de lucha contra la impunidad y testimonio eficaz de vigencia del Estado de derecho. En efecto, es obligación de las autoridades y poderes del Estado proteger y promover el derecho a la libertad religiosa y los otros derechos inviolables del ser humano.
4.- Expresamos a todo el pueblo de Dios y, en particular, al pueblo larense y yaracuyano, nuestra oración y solidaridad ante estos lamentables e inadmisibles hechos vandálicos, y saludamos sus testimonios de fervor y veneración, de identidad religiosa y cultural, como muestras de su espíritu de libertad y reconciliación.
5.- Rechazamos, al mismo tiempo, la utilización reiterada del lenguaje, imágenes u otros símbolos religiosos, con fines comerciales, políticos o ideológicos, ajenos por principio a su naturaleza y finalidad.
6. - Reiteramos el firme compromiso de todos los miembros de la Iglesia católica en trabajar con la fuerza y la gracia de Jesús, Príncipe de la Paz, y con la ayuda de Nuestra Madre Santísima de Coromoto, para que ninguna persona o grupo religioso sea coaccionado o atemorizado ni vea limitadas o impedidas la profesión pública o la enseñanza de su fe.
7. invitamos a todos los sectores de la sociedad y en particular a sus dirigentes a trabajar juntos para que la violencia y la intolerancia desaparezcan de los espíritus y de los corazones y cedan el paso a la concordia y al diálogo entre todos los ciudadanos, sin importar cuál sea su origen, raza o credo religioso y tomando en cuenta simplemente nuestra común condición de personas llamadas a vivir fraternamente como hijos de un mismo Padre.
+Ubaldo Ramón Santana Sequera, Arzobispo de Maracaibo, Presidente de la CEV
+Baltazar E. Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida, 1° Vicepresidente de la CEV
+Roberto Lûckert León, Arzobispo de Coro, 2° Vicepresidente de la CEV
+Jesús González de Zárate, Obispo Auxiliar de Caracas, Secretario General de la CEV