(Fides/InfoCatólica) El P. Mendes explica todo esto a Fides un día después del grave atentado de Karachi, donde un grupo de talibanes han atacado una base militar, con un “asedio” que ha durado 12 horas y en el cuál han asesinado al menos a 11 personas y capturado a varios rehenes. Este es el tercer ataque en Pakistán contra objetivos militares en un mes, y esto demuestra, señala sacerdote, “que los grupos talibanes, después de la muerte de Bin Laden, no se han desalentado o desanimado, sino, por el contrario, han querido dar una prueba de su fuerza y firmeza”.
Ante un gobierno débil e instituciones que no reaccionan, “los talibanes están encontrando cada vez más espacio en la sociedad. Los ciudadanos critican la actitud del gobierno para con los EE.UU. y la OTAN, critican la intervención en Afganistán, afirmando que la estrategia ha sido un fracaso. El país, entre otras cosas, está cambiando a nivel geopolítico y geoestratégico, buscando la alianza de China y Rusia, y el eje con los EE.UU. podría ser cuestionado fácilmente”, afirma el p. Mendes.
En esta fase delicada de la historia del país, “el extremismo acrecenta su poder sin que ninguna fuerza sea capaz de detenerlo”. Las minorías religiosas, incluidos los cristianos, son “aniquilados y reducidos al silencio”, pero “en este momento no son el blanco preferido o el más importante; en cambio si que lo son los militares, las sedes del gobierno, las oficinas de la OTAN”, explica el sacerdote.
La impresión, dice el sacerdote, es que “no será posible detenerlos si el consenso popular que poseen crece más. En su lugar, se tendrá que buscar el entrar en diálogo con ellos”. “Veremos qué sucede –concluye– mientras que muchos observadores, vuelven a hablar de la posibilidad de que se produzca un nuevo golpe militar para restablecer el orden y evitar el caos”.