LA OCDE relaciona el descenso de la natalidad con la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral

¡Cómo tienen que ver la cosa los economistas de la OCDE para que se atrevan a decir esto!

La Iglesia debería mirar que no está haciendo para que hasta en los paises protestantes la tasa de natalidad sea superior a la nuestra.

¿Seguro que place a Dios esta generación seca que no da fruto alguno preocupada de sus "triunfos" académicos y profesionales mientras la Iglesia calla atemorizada ante el griterío de cuatro feministas?.

Nunca he visto a un Obispo español hablar claro y fuerte de los valores de la HV y menos de defender la dignidad de la generación de nuestras madres y abuelas que daban fruto y amor a sus esposos e hijos en el hogar sin cobrar nada a cambio por obedecer a hombres "extraños" en el trabajo ... a cambio de doce monedas de plata. Como parece ser la norma de la "caridad" de ahora....

La OCDE no dice nada acerca de la causa de que la mujer haya sido adoctrinada de esa forma, pero bueno, viendo cómo está el patio al menos es un tímido avance hacia el sentido común.
A mi modesto entender, el arrinconamiento de la Iglesia (causas externas e internas) y el gamcismo en la educación han producido el fenómeno de las mujeres desnaturalizadas, que empezó a manifestarse con la sequedad de vientres pero que siguió con la destrucción de la familia, la ideología de género, la homosexualidad, etc.
Y que seguirá con sorprendentes "novedades", si no se hace lo suficiente para revertir esta tendencia suicida.

No deja de ser sorprendente que la inmensa mayoría de las mujeres católicas en edad fértil, incluidas las que profesionalmente trabajan gracias a la Iglesia y para la Iglesia católica(educadoras de la escuela católica, profesoras de Teología, técnicas de Cáritas, sanitarias, trabajadoras sociales...),participen de esa misma mentalidad mundana, antinatalista, utilitaria. Que es contraria al plan de DIOS, pues un matrimonio que no esté abierto a la vida, a la solidaridad y a la espiritualidad, sencillamente es que no es cristiano. Y empero, ahí siguen tan ricas esas mujeres jóvenes, ganándose la vida gracias a la Iglesia católica sin ofrecer con el testimonio de sus vidas un testimonio de apuesta radical por la vida, la espiritualidad y la solidaridad.

Desde luego, si tal situación aparte de grave -sociológicamente grave, eclesialmente también- no es injusta y patética, y patentizadora de la tremenda crisis de fe que está sufriendo la Iglesia católica en la actualidad, que venga DIOS y lo vea.

Y sobre todo, ¿qué hacen las autoridades de la Iglesia que no toman cartas en el asunto?

Se trata de una estrategia destinada a combatir a la institución familiar, y que ha tenido varios frentes:

Por una parte se ha hecho ver a la mujer que se quedaba en casa cuidando de su familia, como una "maruja", como una inframujer que no accedía a tareas propias de una índole superior como las propias del mercado laboral, equiparando la crianza de los hijos y el cuidado de la familia con algo de una naturaleza netamente inferior.

Por otra parte, se han acrecentado las necesidades materiales de una manera artificiosa, de manera que la mujer se ha tenido que involucrar en traer dinero a la casa para que se pudiera tener un cierto status.

También, el poder del dinero ha ido cercenando de manera paulatina la capacidad adquisitiva de los salarios, de manera que un piso, que hace 30 años se compraba por 18 mensualidades brutas de salario, ahora necesita de 250 mensualidades brutas para su adquisisión, lo que precisa del trabajo adicional de la mujer.
Una familia media de hace 40 años tenía de 3 a 4 hijos, y solamente trabajaba el hombre fuera de casa, y a pesar de ello, prosperaba.

Por otra parte, están fenómenos como el fomento del aborto, de la mentalidad antinatalista, todo sobradamente conocido por los lectores de este medio.

Si esto no es una conspiración para terminar con la familia y para esclavizarnos, se le parece bastante.

Por cierto, datos:
http://www.elmanifiesto.com/articulos.asp?idarticulo=2543

Evangelio

Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. 13 Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: ¡Nunca jamás coma nadie fruto de ti! Y lo oyeron sus discípulos....

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Jesús, el fruto de María.

Muchas hojas, títulos, ropas y cargos ofrece la higuera de la mujer actual que hasta acomodo encuentra en la predicación mundanizada, pero no da fruto alguno... porque ya nunca es tiempo de dar vida, siempre hay otras prioridades.

Como la higuera, ellas mismas se autocondenan desde el interior a no dar fruto alguno, sin que nadie las castigue desde fuera.

¿Verdad que todo es así Pastores nuestros?

Sigamos, sigamos predicando el "sano feminismo" y ocultando vergonzantemente la HV y sus clarísimas propuestas.

Yo pienso que la paternidad responsable es necesaria. Es lo bueno para el Matrimonio. Pero me parece que muchísimos matrimonios nos son responsables sino muy miedosos, carentes de Fe. El Matrimonio es para tener muchos hijos pues esa es su riqueza. Dios tiene providencia del que se fía de él, del que le hace caso. Y muchos tienen miedo de tener más hijos. Pero eso no es paternidad responsable.

Hedicho, te contaré una anécdota acerca de lo que acertadamente dices:
Cuando mi esposa iba por su 3er embarazo, decidió abandonar el ejercicio de su profesorado de matemática para dedicarse a los niños. Tuvo cierta resistencia en su familia, que había hecho un esfuerzo grande para que pudiese estudiar, y ella a los 4 años de ejercicio abandonaba todo. Pero las críticas más ácidas le vinieron de sus propias compañeras de trabajo, todas rigurosamente católicas aunque no muy practicantes, que lo menos que le dijeron era que optaba por ser una "fregona".
Mi esposa tuvo varios hijos más y los crió normalmente, mientras que las otras terminaron todas solteronas. Víctimas, claro está, de la ideología nefasta del Pensamiento Único. Y de la pavorosa crisis de la Iglesia.

Me imagino que los sres. de la OCDE son listísimos, pero se les ha pasado por alto un par de datos de carácter demográfico en el llamado primer mundo:
1ª Hace apenas cien años la esperanza de vida estaba en los 40 años, por lo que los 20 era la mitad de la vida y el momento exacto de plantearse la existencia; ahora con 20 abriles son adolescentes que posponen la acción para la mitad de la vida, es decir los 40.
2º Hace apenas cien años la mortandad infantil y de mujeres en torno al parto era altísima, de modo que llegaban a la edad adulta muy pocas criaturas y no se cumplía la tasa de reemplazo.
Las sesudas mentes de los de la OCDE han decidido que las mujeres son las únicas responsables de este bajón en la natalidad, sin darse cuenta de que es necesario el concurso del varón para engendrar, y que ellos se responsabilicen de esos hijos pero "¿qué se han creído estas mantenidas que somos nosotros? ¿una tarjeta de crédito en permanente crecimiento?"
Volvemos a sor Juana Ines de la Cruz: "Hombres necios que acusais a las mujeres..."

Me hace gracia que la causa sea la incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, ¿hace 45 años las mujeres no trabajaban? ¿o no cobraban por el trabajo?
Siempre viene bien tener un niño a mano al que echarle la culpa...

Ya el gran Chesterton, hace un siglo, vaticinaba que la incorporación de la mujer a la vida laboral era uno de los males de nuestro tiempo

Nines:

Hace 45 años la mayoría de mujeres de clase media no trabajaba, el sueldo del marido daba para bastante, y si no, se pluriempleaba; empezaban a trabajar en todo caso cuando los hijos ya eran grandes. Hace 40, en cambio, la mujer joven empezó a entrar masivamente en el mercado laboral, con lo que la inflación se comió los sueldos, los hijos —cada vez menos por la anticoncepción— empezaron a ser educados por guarderías y canguros, y la familia se desestabilizó. Guste o no, el hecho es que la mujer es el pilar central de la familia.

Nines:

«¿Qué se han creído estas mantenidas que somos nosotros? ¿Una tarjeta de crédito en permanente crecimiento?»

Por desgracia es cierto, pero reconoce que las críticas más acerbas contra las «marujas» vienen de las mujeres «autorrealizadas» de la generación narcisista y maldita de la revolución sexual, que cambiaron a un presunto marido «explotador» por un jefe/jefa de verdad, y son ellas las que difundieron la idea —falsa en muchos casos— que las amas de casa eran una especie de parásitas.

Y la Iglesia callada, de hecho apoyando la visión feminista que parece decir que si trabajas por dinero a las órdenes de un hombre, eso es desarrollo de la mujer.

Pero si sirven en el hogar, por amor, a los hijos y esposos, como hicieron nuestras madres y abuelas... Vaya eso es atraso.

El silencio de la Iglesia en la defensa de la familia según los modelos tradicionales de la Revelación es escandalosa.