(Agencias/InfoCatólica) “Sé que hay quienes se oponen. Aun con el riesgo de excomunión, es mi deber explicarles mis principios como líder, incluso si sus mentes están cerradas. Al final, tengo que escuchar mi conciencia y hacer lo correcto”, aseguró Aquino, que expresó su preocupación por los padres jóvenes y desempleados y sin medios para alimentar a sus hijos.
Los obispos filipinos advirtieron meses atrás que se negará la comunión a quienes apoyen la ley, ya que consideran que algunos de los métodos anticonceptivos son en realidad una forma de aborto, que es ilegal en Filipinas.
Según la Iglesia, la pobreza es un problema económico que requiere una solución "exclusivamente económica" y, por lo tanto, no se resolverá reduciendo el índice de natalidad mediante métodos anticonceptivos.