(Aci/InfoCatólica) La insólita propuesta se basa en la ley aprobada a fines de 2010 por el Parlamento boliviano y promulgada en enero pasado por el presidente Evo Morales que concede los mismos derechos de las personas "a los insectos, árboles y todas las cosas de la naturaleza en el país sudamericano". La iniciativa tiene el respaldo de Ecuador, Nicaragua, Venezuela, San Vicente y las Granadinas, y Antigua y Barbuda.
La propuesta boliviana busca que la ONU reconozca a la Tierra como una entidad viva que los seres humanos han tratado de dominar y explotar, hasta el punto que el bienestar y la existencia de muchos seres se ve ahora amenazada.
El texto todavía puede evolucionar, pero la estructura general está destinada a reflejar la Ley de Bolivia de los Derechos de la Madre Tierra, que el presidente boliviano Evo Morales promulgó en enero. La normativa boliviana otorga a la Tierra los derechos a la vida, el agua y el aire limpio, el derecho a la reparación de los medios de vida afectados por las actividades humanas, y el derecho de estar libres de la contaminación.
También establece un Ministerio de la Madre Tierra y proporciona al planeta un Defensor del Pueblo, cuyo trabajo es escuchar las quejas de la naturaleza como la voz de activistas y otros grupos, incluyendo el estado.