(Interfax/InfoCatólica) El metropolita Hilarión ha asegurado que “ortodoxos y católicos necesitamos vernos los unos a los otros no como competidores sino como aliados a la hora de proteger los derechos de los cristianos. Hemos pasado a compartir el mismo campo del trabajo misionero, ya que la Europa moderna ha perdido sus raíces religiosas, morales y culturales”
El obispo ortodoxo ruso cree que “el futuro del cristianismo en el tercer milenio depende” en buena medida de la capacidad que tengan ortodoxos y católicos en emprender proyectos conjuntos. El metropolita señala que la buena voluntad de ambas partes ha ayudado a alcanzar “verdaderos resultados positivos en la normalización de las relaciones ortodoxo-católicas en los años recientes”.
“Especialmente”, añade el prelado ortodoxo, “se han producido cambios significativos en esta dirección después de la elección del Papa Benedicto XVI de Roma en 2005, ya que él conoce muy bien la Iglesia Ortodoxa. Hoy, por ejemplo, no vemos la actividad proselitista agresiva que tuvo lugar en nuestros territorios en el principio de los años 90”.
“Ortodoxos y católicos se enfrentan a los mismos desafíos que plantea la era moderna al tradicional estilo de vida. Esto no es un problema de cuestiones teológica, pues lo que está en juego es el presente y el futuro d ela comunidad humana. Esa es la esfera en la que ortodoxos y católicos pueden cooperar sin ningún daño para su identidad eclesial”, asevera el jerarca ortodoxo.
La alianza estratégica incluye la puesta en marcha de proyectos conjuntos para defender en la sociedad las ideas cristianas sobre la familia, el matrimonio, la educación de los hijos y el valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Según el metropolita de Volokkolamsk, otro ámbito posible al que se pueden encaminar los esfuerzos comunes es la “protección de los cristianos contra la discriminación”.