(AVan/InfoCatólica) Según aseguró el pasado viernes a la agencia AVAN el valenciano Alfredo Andrés, que permanece desde hace 20 años junto a su esposa y sus cinco hijos en la ciudad de Fukuoka, al sur del país, en la provincia de Chiba, la catástrofe está generando una “gran solidaridad que se aprecia en las calles donde se están haciendo colectas, recogida de ayuda y dinero para los damnificados”.
Alfredo Andrés dirige en Japón nueve academias de idiomas y ha precisado que, en la ubicada en la zona más próxima a la catástrofe, en la prefectura de Nigata, a 200 kilómetros de la central nuclear de Fukushima, donde se han producido los escapes radiactivos, “se funciona prácticamente con normalidad” e incluso “se han suspendido algunos recortes de electricidad que se habían previsto”.
“La mayoría de gente aquí lo está viviendo con bastante normalidad, incluidos nosotros”, según Alfredo Andrés que ha precisado que “tenemos la sensación de que muchos medios extranjeros están exagerando la situación por el sensacionalismo que siempre vende más”.
Andrés es feligrés junto con su familia de la parroquia de Santo Tomás Apóstol de Valencia. Las otras familias valencianas en misión en Japón pertenecen también a las parroquias de San Isidoro y la Epifanía del Señor, en el caso de la capital valenciana, y de Nuestra Señora del Socorro, de la localidad de Benetússer.