(Notifam/InfoCatólica) El estudio, titulado Induced First-Trimester Abortion and Risk of Mental Disorder (Aborto inducido en el primer trimestre y Riesgo de trastorno mental) y publicado la semana pasada en el New England Journal of Medicine, examinó los registros médicos daneses conservados por el gobierno, que registra los casos de abortos y asesoría psiquiátrica entre los ciudadanos. El estudio abarca los años 1995-2007.
Los autores descubrieron que las mujeres que se sometieron a abortos estuvieron casi tres veces más predispuestas a buscar ayuda psiquiátrica por primera vez en sus vidas, durante los nueve meses antes y los doce meses después del procedimiento, que las mujeres que dieron a luz.
Sin embargo, los autores aseguran que los resultados no muestran una relación causal entre el aborto y las enfermedades mentales. Compararon el número de mujeres que buscaron ayuda psiquiátrica en los meses previos y en los meses posteriores al aborto y al no encontrar un aumento estadísticamente significativo después del aborto, llegaron a a la conclusión que el hallazgo “no respalda la hipótesis que existe un mayor riesgo de trastornos mentales después de un aborto inducido en el primer trimestre”.
Relaciones entre aborto y problemas de salud mental
La doctora Priscilla Coleman, profesora de Desarrollo Humano y Estudios Familiares en la Bowling Green State University y experta en la relación entre el aborto y las enfermedades mentales, dijo en una crítica del estudio que este tiene “grandes problemas”. En un artículo reciente, Coleman sugiere que la tasa de problemas de salud mental previos a un aborto era probablemente tan alta, en comparación con la de las mujeres que dieron a luz, “porque muchas de las mujeres probablemente estaban en medio de la toma de decisión de practicarse un aborto cuando experimentaron su primera visita psiquiátrica”.
Sin embargo, agrega que los autores del estudio, en lugar de concluir que “las mujeres que eligen abortar experimentarán con frecuencia problemas de salud mental basados en otros factores, más que en el procedimiento”. Coleman señala que los datos del estudio mismo “indican que las tasas de problemas de salud mental son significativamente más altas después de un aborto en comparación con las de después del parto (15,2% vs. 6,7%) y con las que no han estado embarazadas (8,2%)”, un hecho minimizado por los autores en su evaluación.
Otros numerosos estudios mencionados por LifeSiteNews han demostrado claramente la existencia de problemas psicológicos post-aborto, incluyendo trastorno de estrés postraumático, depresión y suicidio . Coleman señala que por lo menos 30 estudios han llegado a conclusiones similares. Sin embargo, los autores del estudio danés critican dichos estudios, alegando que “la mayoría de estudios no han logrado distinguir entre diagnósticos de salud mental, tales como la depresión y la psicosis, y los sentimientos de tristeza, pérdida o arrepentimiento, que aunque desagradables, no significan necesariamente un trastorno mental”.