(Efe/InfoCatólica) El teólogo suizo no cree que el pueblo español sea muy diferente de tiempos anteriores, cuando la jerarquía eclesiástica estaba “más en conexión” con la sociedad. En la época del Concilio Vaticano II, ha explicado, había la impresión de que la Iglesia quería ayudar a la gente, escucharla y servirla, pero ahora se piensa que quiere “dominar”.
Mucha gente, ha proseguido, no entiende el porqué de la inmoralidad de los anticonceptivos, cuando la Iglesia tiene problemas propios internos que debe resolver, como la cuestión del celibato o la penuria de los sacerdotes. “No es justo”, ha insistido, que la jerarquía se dedique a atacar a los otros, a polemizar; sería mejor reflexionar sobre cuáles son las razones de la situación actual, que era “mucho mejor” en las décadas de los años cincuenta, sesenta y setenta, cuando el ya venía por España.
Sobre las relaciones entre Iglesia y Estado, ha respondido que ya no es posible el poder político de aquella como en siglos anteriores. Un separación total entre ambas entidades tampoco sería una buena, sino una mejor relación. “La gente, ha argumentado, no quiere una nueva división. La Guerra Civil está pasada, no es necesario revivir antiguas controversias, es mejor una solución constructiva”. Todo esto requiere, ha asegurado, “un poco de fantasía” por parte del episcopado y no solamente admoniciones.
Derecho y ética están relacionados pero la Iglesia "se equivoca" al defender el derecho natural
En la lección magistral pronunciada por Küng, ha citado la “discusión” en España entre Iglesia y Estado sobre asuntos como la familia y el aborto. Ha resaltado la diferencia entre los planos del derecho (ámbito de la legalidad) y de la ética (ámbito de la conciencia), y ambos, ha opinado, “están relacionados”.
Sin embargo, como teólogo, no entiende por qué la naturaleza del hombre en sí misma ha de ser el criterio de lo moralmente correcto. Ha mencionado el, según él, ejemplo “funesto” de la prohibición del Papa Pablo VI de toda anticoncepción por considerarla contraria a la naturaleza, respaldada por Benedicto XVI. Sólo una “minoría” de católicos está de acuerdo, ha dicho, y la moral sexual se ha liberado progresivamente de la religiosa.
Además, el sacerdote y teólog suizo asegura que ha ”sido y soy un miembro fiel de la Iglesia. Creo en Dios y en su Cristo, pero no creo en la Iglesia. Rechazo toda equiparación de la Iglesia con Dios, todo infatuado triunfalismo y todo egoísta confesionalismo“.
La persecución contra los cristianos es culpa de Bush
Sobre las agresiones que sufren los cristianos en países de mayoría musulmana, Hans Kung ha citado Irak. “Las persecuciones son prácticamente una reacción de musulmanes contra la invasión del presidente cristiano Bush, que ha hecho una cruzada de manera muy brutal”. Esto no justifica los ataques, ha matizado, sino que es “solamente consecuencia” de la agresión norteamericana y británica.