(R. Gómez/El Mundo) Más concretamente, se trata de dos profesores del instituto Al-Zujayr de Zújar los que han obligado a retirar los citados símbolos porque, según ellos, “se sentían ofendidos por la visión de estos símbolos”.
La profesora de Religión, que se llama Susana Fernández, lleva varios años de profesora en este instituto, y en otros de Baza y Cúllar, y “nunca, hasta ahora, había tenido ningún tipo de problema, y menos con los compañeros del colegio”, según ha explicado la archdiócesis de Granada.
La profesora ha retirado los símbolos de la polémica, una cruz y un icono oriental de la Virgen María, que se da la circunstancia que es un regalo que hizo un grupo de profesores al centro años atrás. No obstante, también ha especificado que estos símbolos no se encontraban en lugares públicos sino que ya estaban apartados en el departamento, en el espacio que tiene la profesora de Religión. Y han sido dos compañeros de ese departamento –aunque de otras materias–, “recién llegados al centro, los que han denunciado la presencia de esos símbolos también allí”, han aclarado las puentes.
Susana Fernández, “que no quiere entrar en polémicas ni ofender a nadie, ha retirado las dos imágenes”, pero ha manifestado “su dolor por esa actitud intolerante e intransigente hacia unas imágenes que forman parte, además, del material que puede utilizar en sus clases”.
Apoyo del resto de profesores de Religión
Los demás profesores de Religión de la zona de Baza han manifestado su apoyo a la profesora de Religión de Zújar y han calificado la situación como un acto de intransigencia, que atenta contra la libertad de expresión “y que nos recuerda otras épocas que sería mejor olvidar”.
En un comunicado del profesorado de Religión de Secundaria de Baza, este colectivo denuncia que “quieren imponernos su intransigencia ideológica y nos llaman trasnochados e incluso fascistas o nacional-católicos, cuando en realidad los que tienen ese comportamiento faccioso son ellos. Puede que de aquí a nada los cristianos tengamos que ponernos la cruz, que tanto quieren quitar, pegada o cosida en nuestra ropa- ¿recuerdan la estrella de David de esa época tan reciente pero que olvidamos con tanta facilidad?-”, han añadido, tras criticar que “esta profesora no puede tener ni su propio cachito de pared”.
Dicho escrito concluye afirmando que “los cristianos católicos estamos empezando a estar hartos de tanto pedir perdón, estamos cansados de tanto atropello... y recomendamos desde este escrito a estos profesores dictatoriales e intransigentes, que prohíben poner una cruz en el espacio asignado a los profesores de Religión de un instituto, que se lean despacito la Constitución Española, o al menos que busquen en un diccionario la diferencia que existe entre laico y aconfesional antes de hacer semejantes sandeces.”