(Agencias/InfoCatólica) Su catequesis estuvo dedicada a la figura de Santa Gertrudis, religiosa alemana que vivió entre 1256 y 1302. El Papa recordó que Santa Gertrudis es la “única mujer en Alemania que ha recibido por su talla cultural y evangélica el apelativo de ‘Magna o Grande’”.
Al hacer un repaso de su vida, el Santo Padre explicó a los fieles que, bajo la guía de grandes místicas, como Maltilde de Hackeborn o Matilde de Magdeburgo, la santa adquirió una “esmerada educación filosófica, literaria y musical, destacando entre sus hermanas de comunidad por su inteligencia y sabiduría. A los veinticinco años de edad tuvo una visión de Cristo adolescente, que la tomaba de su mano”.
“A partir de ese momento su vida de intimidad con el Señor se acentúa. Abandona los estudios profanos para consagrarse totalmente a los teológicos y, en la observancia monástica, pasa de una vida que ella define como negligente a una de plegaria intensa, mística y de excepcional ardor misionero. Comienza entonces a escribir y a divulgar las verdades de la fe con claridad y sencillez. De este período se han conservado obras como el Heraldo del amor divino o las Revelaciones y los Ejercicios espirituales, auténtica joya de la literatura mística”.
El Papa exhortó a los fieles a que “el ejemplo de Santa Gertrudis os impulse a conocer profundamente la Sagrada Escritura, a amar con humildad a Cristo y a su Iglesia, a cultivar la oración personal y a participar con fidelidad en la Santa Misa”.