(FoxNews/InfoCatólica) En la entrevista, el “fiscal jefe” en la “oficina para los casos de abusos sexuales” del Vaticano, Mons. Charles Scicluna, al ser preguntado si en esos tres años había visto un cambio fundamental de Ratzinger respecto al escándalo de los abusos, Mons. Scicluna respondió que la experiencia cambiaría a cualquiera. “Yo soy testigo directo de la compasión, la frustración y la ira que estos casos infundieron en el cardenal Ratzinger como hombre,” dijo.
“Creo que fue una revelación de la gravedad de la situación y una profunda tristeza por la traición y fracaso de los sacerdotes”, explicó Mons. Scicluna, y añadió: “Creo que cualquiera que tenga que revisar tantos casos sin duda cambiará su perspectiva sobre esta cuestión, sobre las debilidades humanas, y también sobre el gran sufrimiento que crean”.
Valentía y determinación del entonces cardenal Ratzinger
El Papa Benedicto XVI ha sido acusado de “gestionar” mal los casos de abuso, tanto como arzobispo en Alemania como presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, pero el funcionario maltés del Vaticano rechaza esas acusaciones. Por el contrario, afirma, los que trabajaban con el futuro Papa en la Congregación para la Doctrina de la Fe estaban llenos de admiración hacia él, “por su valentía y determinación” para hacer frente a la crisis.
Además, Mons. Scicluna parece decidido a evitar el uso del término crisis e insiste en llamar al pecado y al crimen por su nombre. “La gente llama a esto crisis” dijo. “Sin duda es un desafío para la Iglesia, pero es una oportunidad. Es una oportunidad para llamar pecado al pecado en la cara, y hacer algo al respecto. Es una oportunidad para que la Iglesia se muestre firme en su lucha contra el pecado y contra el crimen”.
Cuando un sacerdote abusa, el icono de Cristo que es se rompe en añicos
Aunque es evidente que el abuso sexual de menores no sólo tiene lugar en los círculos eclesiásticos, Fox News preguntó a Mons. Scicluna si pensaba que la Iglesia católica debe atenerse a normas más estrictas que otras instituciones.
“Creo que sí –respondió–. Debido a que presentamos muy claro un mensaje que debería ser luz para el mundo. Aunque nos quejamos a veces de los titulares, los titulares son un reflejo de que el mundo toma muy en serio lo que decimos, y se escandaliza cuando lo que hacemos no se corresponde con lo que decimos”.
Mons. Scicluna, cuyo título oficial es el de Promotor de Justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, reiteró que un sacerdote que abusa “se burla” de su vocación. “Hay un deber sagrado de confianza que ha sido violado,” dijo. “El sacerdote ha sido ordenado para ser icono, imagen viva de Jesucristo; es otro Cristo en el altar y cuando predica. Por eso, cuando abusa, ese icono se hace añicos”.
Afrontar la verdad del pecado y el delito
Aseguró también que la Iglesia ha de afrontar la verdad, aun cuando no sea muy agradable: “No hay otra forma de salir de esta situación que la de afrontar la verdad de la cuestión”. Y añadió que la Iglesia tiene que ser severa con los delincuentes, como lo fue Cristo: “Tenía palabras de fuego contra quienes escandalizan a los jóvenes. Y si nos atenemos a sus palabras y si somos leales a su enseñanza, andamos en terreno firme”.