Afirma que hoy existe un problema de coherencia personal

El Cardenal Bagnasco cree que Italia necesita una nueva generación de políticos católicos

Para salir de la situación de crisis cultural que atenaza a Italia, hace falta un renovado sentido de responsabilidad y una nueva generación de políticos católicos. Así lo afirma el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), cardenal Angelo Bagnasco en una entrevista concedida a L’Osservatore Romano. El prelado cree que más que un problema de representación política de las posiciones católicas en los temas éticos, lo que existe es «un problema de coherencia personal».

(Zenit/InfoCatólica) El Cardenal Angelo Bagnasco afirma en la entrevista que “La afición por la cosa pública está disminuyendo y se enrarece cada vez más el consenso en torno al bien común, privilegiando cada uno bienes de pequeño alcance y sin perspectiva ninguna”.

Recordando un mensaje lanzado con motivo del discurso de apertura de la Comisión Permanente Episcopal de enero pasado, Mons. Bagnasco dice que la participación de los católicos en la vida pública es un “tema neurálgico de nuestra sociedad”, en el que “hace falta el concurso activo de todos”, y añade que “como obispos italianos nos empeñaremos en una reflexión específica al respecto”.

En ese mensaje, dice, “me refería a ‘una generación nueva de italianos y católicos que, aún con las dificultades de la cultura actual y preparándose para estar sensatamente dentro de ella, sientan la cosa pública como importante y alta, en cuanto capaz de marcar el destino de todos, y por ella están dispuestos a dar lo mejor de sus pensamientos, sus proyectos, sus días”.

Un problema de coherencia personal, más que de representación política

Respondiendo a la pregunta de si existe en Italia sobre los temas éticos un problema de representación política de las posiciones católicas, el presidente de la CEI comentó que “más que un problema de representación política existe un problema de coherencia personal”: “Creo que cada vez más hacen falta fieles laicos capaces de aprender a vivir el misterio de Dios, ejercitándose en los bienes fundamentales de la libertad, la verdad y la conciencia”.

Mons. Bagnasco cita de nuevo su mensaje de apertura para caracterizar cómo han de ser esos fieles laicos: “hombres y mujeres capaces, con la ayuda del Espíritu, de encarnar estos ideales y de traducirlos en la historia no buscando la vía menos costosa de la conveniencia partidista [...] sino la vía más verdadera que despliega mejor el proyecto de Dios sobre la humanidad, y por ello capaces de suscitar al mismo tiempo la admiración de los demás, incluso de quien se mueve por lógicas diversas”.

Crisis económica

Respecto a la crisis económica el presidente de la CEI dijo que “hay todavía mucho desempleo” y que la gente tiene “preocupaciones serias y punzantes”, puesto que no se vislumbran “señales concretas y seguras de inversión de tendencia, incluso en grandes realidades industriales de mi Génova.”

El arzobispo precisó: “No me refiero obviamente a un discurso de macroeconomía para el que no tengo competencia. Simplemente constato que [...] como obispo veo a mucha gente sin trabajo y me siento turbado por tanto sufrimiento e inseguridad sobre cómo llegar a fin de mes”. “Ha habido un cierto ajuste porque las familias se han adaptado, utulizando mejor los recursos y evitando los derroches. Pero hay una franja que tenía bien poco que ahorrar y que objetivamente está en dificultad”.

Apuntó también algunos criterios de actuación: “Creo que el criterio de la equidad económica es el que hay que seguir –sugirió–, debiendo cada uno dar de acuerdo a la propia capacidad. Corresponde luego a quien tiene la responsabilidad política afrontar en concreto la situación, conjugando la equidad económica en un marco de libertad política y de cohesión social. Sólo así los tres valores en juego –libertad política, justicia económica y cohesión social– se salvaguardan al mismo tiempo”.

Cohesión nacional

Afrontando la cuestión de la pérdida del sentido de cohesión nacional, el cardenal Bagnasco observó que “justo volviendo atrás en el tiempo, se descubre que cuando han prevalecido lógicas de capillismo y ha habido enfrentamientos en nombre del propio ‘particular’ se ha registrado un parón”. “Por el contrario –observó–, cuando se ha desencadenado el mecanismo virtuoso de la cooperación, entonces las fuerzas culturales, sociales, económicas y espirituales, se han sumado y no anulado. Pienso que la actual crisis debe por tanto impulsar a Italia a reencontrarse a sí misma”.

Durante la entrevista, el purpurado tocó también el tema del federalismo, afirmando que no se trata de una “receta mágica” sino de “una intuición bien presente en la doctrina social de la Iglesia, que desde los tiempos de Pío XI alude al principio de subsidiariedad –luego introducido por Maastricht– para subrayar que lo que puede ser hecho por las realidades intermedias no debe atribuírselo la instancia central”.

“En efecto, cuando más cercano se es a la realidad, más se la puede acompañar con eficiencia y cautela –añadió–. Dicho esto, el citado principio debe conjugarse con el de solidaridad para evitar que quien está atrás se quede todavía más rezagado”, asegura Mons. Bagnasco.

 

InfoCatólica cuenta con tu ayuda, haz clic aquí

Solo contamos con tu ayuda. InfoCatólica seguirá existiendo mientras sus lectores quieran.

Haz tu donativo

Por bizum (solo para España)

Qué es bizum

Por PayPal, selecciona la cantidad:

Si prefieres otras modalidades para poder donar (ingreso, transferencia, ...), haz clic aquí.

7 comentarios

anarico
Bueno, creo que en Expaña tenemos el mismo problema que señala el Cardenal para Italia. Es más...más sencillo y más universal, me parece a mí, se necesitan hombres que merezcan tal nombre: "sanos sanotes, machos machotes". Pero, la cuestión es ¿como han de devenir tales hombres, o políticos, como pide el cardenal? Desde Luego, nutriendo sus almas de los jóvenes con idolatría y superstición no veremos ese día glorioso, sino lo que vemos todos los días por todas partes . estupidez, mediocridad crónica, y... mucho y mucha ect, etc.. como no puede ser de otra manera.

Los Príncipes de la Iglesia, deben de saber muy bien, que son responsables de todo lo malo que ocurre, pues no han sabido engendrar lo bueno, como tenemos derecho a esperar de ellos. Lo que ocurre, no ocurre por casualidad, sino como consecuencia. Etc, etc...
21/07/10 10:39 AM
Mariano (Argentina)
Sería también interesante que además de políticos católicos, se volviera a formular una clara política católica. Digo, pues sino no sabemos bien que significa eso de "políticos católicos".
21/07/10 2:13 PM
Hermenegildo
Que el Sr. Cardenal espere sentado a esos políticos católicos.
21/07/10 2:26 PM
José Jacinto Verde Colinas
Por lo que he podido leer, creo que el cardenal tiene mucha razón en todo lo que dice, y esa misma situación podríamos aplicarla también al caso español.

El problema, creo yo, es que hoy en día el principal objetivo de los partidos políticos es la consecución de votos con el fin de llegar a ocupar el poder algún día, o al menos a influir lo máximo posible en las decisiones políticas nacionales. En estas condiciones, creo que los políticos pierden gran parte de su libertad a la hora de votar y de expresar sus opiniones, ya que deben subordinar éstas a la líneas programáticas establecidas por los partidos políticos, por lo que incluso los políticos católicos realmente convencidos y coherentes, si los hay (algunos supongo que habrá, aunque con el secularismo y relativismo de nuestras sociedades probablemente no sean demasiados), no pueden expresar realmente sus opiniones.
21/07/10 7:01 PM
José Jacinto Verde Colinas
A mi entender, esta situación es muy difícil de solucionar, porque para ello serían necesarias al menos dos condiciones, que creo que no se dan:

 Que los partidos políticos dejasen de tener como principal objetivo lograr el poder a toda costa.

 Que la mayor parte de los políticos sean católicos convencidos, para que sus opiniones sean mayoritarias respecto a las de los demás.

Para conseguir ambos objetivos, sería necesaria una nueva evangelización, a fondo, en la que quizás podrían desempeñar un papel importante las nuevas realidades eclesiales, como el Camino Neocatecumenal, pero la tarea no es fácil.

Por otra parte, como me ha parecido que sugiere anarico, es posible que muchos de los miembros de la jerarquía de la Iglesia, incluyendo algunos sacerdotes, no estén exentos de su parte de responsabilidad, ya que quizás no han sido lo suficientemente claros y contundentes respecto a la doctrina (social) de la Iglesia, quizás en parte por tener algo de miedo a perder supuestos “privilegios” de los que algunos creen gozar en la sociedad, a no ser demasiado incómodos con el Gobierno de turno, o a que disminuya el número de fieles (y, en consecuencia, los ingresos económicos de la Iglesia).
21/07/10 7:02 PM
Nova
El problema que tenemos en España (aparte de la rabiosa incoherencia de los católicos que militan en los partidos del Sistema) y que no sé si tienen en Italia, es que los Obispos animan a los católicos a ser coherentes, sí, pero cuando surgen católicos que quieren ser coherentes fuera de los partidos del Sistema, porque se dan cuenta de que en esos partidos la defensa de la fe es cosa perdida, entonces los Obispos se desentienden por completo de ellos y los abandonan a su suerte, sin dejarles cabida ninguna, ni siquiera, en los medios de comunicación de su propiedad. Una postura, la de los Obispos, injusta a más no poder, sobre todo, teniendo en cuenta el inmenso esfuerzo (en términos de trabajo, tiempo y dinero) que hacen esos católicos para poder estar en política fuera de los partidos del Sistema. Siento decirlo, pero es la verdad.

Por lo demás, interesante reflexión de Su Eminencia en relación a los separatismos, nacionalismos, o como quieran llamarlos. A ver si aprenden algunos.
21/07/10 8:38 PM
RODOLFO MARCELO BAGNASCO
ANTE TODO BUEN DIA ,PORA TODO YO ESTOY DE ACUERDO CON EL CARDENAL ANGELO BAGNASCO;POR QUÉ HASI ES LA POLITICA EN LA ARGENTINA ,DESDE YA MUCHAS GRACIAS.
8/02/11 6:06 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.