(AsiaNews/InfoCatólica) Mientras el Ministro de Justicia turco promete que arrojará luz sobre el incidente, la justicia italiana llevará a cabo una autopsia al obispo fallecido cuando sus restos sean trasladados a la nación transalpina.
En la primera autopsia realizada en Turquía se vio que el cuerpo de Monseñor Padovese tenía puñaladas por todas partes, pero especialmente en la zona cercana al corazón. Su cabeza estaba separada casi por completo del resto del cuerpo.
Todo indica que el obispo luchó por su vida y, tal y como relatan algunos testigos, alcanzó la puerta de su casa donde pidió ayuda a gritos. Fue entonces cuando su asesino le degolló, tras lo cual gritó en voz alta “¡He matado al gran Satán!¡Alá es grande!”. Dicha expresión ha llevado a sospechar que el asesinato fue el resultado de un ritual.
Las nuevas revelaciones demuestran que las primeras declaraciones del gobierno turco, aceptadas sin más por la Santa Sede, necesitan ser revisadas por completo. Se ha sabido igualmente que el asesino estaría intentado defenderse alegando que el obispo era homosexual y que habría intentado abusar de él.
Violencia de organizaciones musulmanas fundamentalistas
Según los expertos internacionales en la situación socio-política en Turquía, el asesinato de Monseñor Padovese demuestra que se están produciendo una escalada de la violencia por parte de las organizaciones fundamentalistas que desean acabar con cualquier tipo de presencia cristiana en el país.
Es la primera vez que su objetivo es tan alto, pues hasta ahora habían asesinado a sacerdotes. El argumento de la pretendida homosexualidad del obispo sólo estaría buscando sembrar la confusión en la opinión pública nacional e internacional.