(Aci/Agencias/InfoCatólica) "Quien mata a un ser indefenso, quien ejecuta a una persona, quien secuestra y mata a cada momento por el dolor, eso está dentro de la cultura de la muerte, y perdón, yo soy una persona que defiende la vida", precisó. Seguidamente descartó que su oposición a la vida se base en razones religiosas sino que "nace de saber que soy una persona y que no tengo derecho de quitarle la vida a otra persona, y que la ley lo que hace es reconocer el valor de la vida. No, nace de la concepción que tengo de la persona y siempre lo que la ley obliga".
El debate sobre la constitucionalidad de la norma
Los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debaten esta semana sobre constitucionalidad de la Norma Oficial Mexicana que impone a las instituciones sanitarias la obligación de ofrecer pastillas para la "anticoncepción de emergencia" y abortos a mujeres víctimas de violación, impugnada el año pasado por el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, por invadir la materia penal con normas presuntamente sanitarias.
En sus argumentos, el ministro José Ramón Cossío propuso declarar infundados los argumentos que presentó el gobernador, Emilio González, y concluyó que las pastillas anticonceptivas de emergencia (píldora postcoital o PDD) no son abortivas; que la norma que las contempla no viola ninguna disposición constitucional; y que la misma debe ser de aplicación obligatoria para todas las entidades del país.
Por el contrario, el ministro Salvador Aguirre Anguiano aseguró que la norma recurrida es inconstitucional porque va contra la protección de la vida, a nivel penal, desde la fecundación. Aguirre pidió a sus compañeros analizar el hecho de que el uso de la píldora poscoital se incluyó en la Norma, porque se adujo que era un compromiso internacional que debía cumplir nuestro país. Pero, afirmó, se trata de una mentira, porque en ningún tratado o convención firmada por México se establece la obligación o "el derecho al uso o a proporcionar la pastilla poscoital".