Misa por el V aniversario del fallecimiento del Papa Wojtyla

Benedicto XVI: «Juan Pablo II se dejó consumir por Cristo, por la Iglesia, por el mundo entero»

A las 6 de la tarde de ayer, el Papa Benedicto XVI presidió una misa en sufragio por el V aniversario del fallecimiento de su predecesor Juan Pablo II, que se celebró en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro. El Santo Padre resaltó la profunda fe, la gran esperanza y la total caridad que marcó la vida de Karol Wojtyla, de quien dijo que «se dejó consumir por amor y con amor por Cristo, por la Iglesia y por el mundo entero».

(RV/InfoCatólica) Benedicto XVI explicó, al iniciar su homilía, que celebraba la eucaristía ayer Lunes Santo porque el día del aniversario del fallecimiento de Juan Pablo II es el 2 de abril, y este año será Viernes Santo. De todos modos dijo que estamos en la Semana Santa que es un “contexto muy propicio para el recogimiento y la oración, en el que la Liturgia nos hace revivir más intensamente las últimas jornadas de la vida terrena de Jesús”.

El papa saludó a los numerosos cardenales, obispos, sacerdotes y fieles asistentes a la Misa, en especial al cardenal Stanislao Dziwisz, arzobispo de Cracovia, quien fue secretario personal de Juan Pablo II, y que vino a la celebración con un grupo de fieles polacos.

Benedicto XVI comentó en su homilía las lecturas de la misa del Lunes Santo, donde el profeta Isaías presenta al “Siervo de Dios” y el evangelio según san Juan narra el encuentro de Jesús con la familia de Lázaro, seis días antes de la pascua. Refiriéndose a la figura del “Siervo de Dios”, que es presentado por Isaías como un elegido de Dios, en el que se complace, el Papa dijo que el Siervo es alguien que actúa con firmeza inquebrantable, hasta que realiza la tarea que le fue asignada, y que, no obstante carecer de los medios humanos necesarios  en apariencia, sin embargo se presenta con la fuerza del Espíritu que ha puesto Dios en él y que le capacita para actuar con humildad y fuerza, asegurándole el éxito final.

Aquello que el profeta inspirado dice del Siervo, lo podemos aplicar al amado Juan Pablo II: el Señor lo llamó a su servicio y, al confiarle tareas de mayor responsabilidad, lo acompañó con su gracia y con su continua asistencia. Durante su Pontificado, se prodigó en proclamar el derecho con firmeza, sin debilidades ni titubeos, sobre todo cuando tenía que medirse con resistencias, hostilidades y rechazos. Se sabía haber sido tomado por la mano del Señor, y esto le permitió ejercitar un ministerio fecundo, por el cual, una vez más, damos fervorosas gracias a Dios".

Benedicto XVI después se refirió al evangelio de este Lunes Santo, donde san Juan presenta el encuentro de Jesús con Lázaro, María y Marta, y los “presentimientos de la muerte inminente” de Jesús: seis días antes de la pascua, la sugerencia a la traición de Judas, la respuesta de Jesús a quien criticaba a la mujer que derramó un frasco de perfume y la referencia a los actos de piedad antes de su sepultura.

El Papa destacó la actitud de María como una expresión de fe y de amor grande: un amor sin medida, que no se detiene en gastos, que se da con alegría y busca el bien del otro, que vence las mezquindades y resentimientos que el hombre lleva a veces en su corazón. El amor, como lo expresó María en este gesto, es la regla que Jesús pone a su comunidad, un amor que sabe servir hasta donar la vida.

El Papa Benedicto XVI hizo alusión también a la actitud de Judas, que con el pretexto de ofrecer ayuda a los pobres, esconde el egoísmo y la falsedad del hombre cerrado en sí mismo, encadenado a la avidez de la posesión de bienes, que no deja brotar el buen perfume del amor divino. Un amor que había intuido María como amor de Dios, un Amor que encontrará su máxima expresión en el madero de la Cruz. Un amor que durante se expresó durante toda la vida de Juan Pablo II.

Toda la vida del venerable Juan Pablo II se ha desarrollado en el signo de esta caridad, de la capacidad de donarse de manera generosa, sin reservas, sin medidas, sin cálculo. Aquello que lo movía era el amor hacia Cristo, a quien había consagrado la vida, un amor sobreabundante e incondicionado. Y precisamente porque se acercó siempre más a Dios en el amor, él pudo hacerse compañero de viaje para el hombre de hoy, derramando en el mundo el perfume del Amor de Dios.

Quien tuvo la alegría de conocerlo y frecuentarlo, pudo tocar con la mano cuanto estaba viva en él la certeza de contemplar la bondad del Señor en la tierra de los vivientes, como hemos escuchado en el salmo responsorial; certeza que lo acompañó en el curso de su existencia y que, de manera particular, se manifestó durante el último período de su peregrinación en esta tierra: el progresivo debilitamiento físico, en efecto, no ha derrumbado su fuerte fe, su luminosa esperanza y su ferviente caridad. Se dejó consumir por Cristo, por la Iglesia, por el mundo entero: el suyo, fue un sufrimiento vivido hasta lo último por amor y con amor".

InfoCatólica cuenta con tu ayuda, haz clic aquí

Solo contamos con tu ayuda. InfoCatólica seguirá existiendo mientras sus lectores quieran.

Haz tu donativo

Por bizum (solo para España)

Qué es bizum

Por PayPal, selecciona la cantidad:

Si prefieres otras modalidades para poder donar (ingreso, transferencia, ...), haz clic aquí.

3 comentarios

antiguo alumno salesiano
Ya será V aniversario del fallecimiento.
30/03/10 10:54 AM
Tulkas
¿Desde cuándo se hacen sufragios por una fecha?

La Missa, en todo caso, será en sufragio por el alma de Juan Pablo II, ¿no?????????????
30/03/10 8:49 PM
Esteban
Cinco años sin el Papa Grande, ojala la Iglesia mirase más al testimonio de vida que a los milagros, y estos los dejara para la canonización, Juan Pablo II es uno de los santos contemporaneos, como Madre Teresa, Romero, Dorothy Day, Helder Camara, etc, ojala la Iglesia mirase mas est que los milagros
31/03/10 3:14 AM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.