(Aci/InfoCatólica) En el texto los prelados resaltan que "la educación escolar en general tiene entre sus finalidades hacer que los alumnos valoren, y asuman en forma consciente, crítica y creativa su propia cultura. Mientras que la asignatura de Educación Religiosa se ocupa de la comprensión del mundo cultural desde la visión cristiana, sin la cual, el patrimonio cultural y la identidad costarricense, se verían seriamente empobrecidos".
El fundamento de la educación religiosa, explican, "se encuentra en el derecho inalienable que tienen los padres de familia católicos, de educar a sus hijos según su fe y convicciones. Es un derecho humano que debe respetarse, y es deber del Estado costarricense hacer el mayor esfuerzo para que los padres encuentren esta educación en los centros docentes públicos".
Tras recordar que la educación religiosa también es un bien para el estado, expresan su preocupación por "la tendencia de querer remplazar la educación religiosa católica, por una enseñanza del hecho religioso de naturaleza multiconfesional, o por una enseñanza ética, estética y de valores, negando el derecho de los padres y madres de familia a optar por la educación religiosa católica para sus hijos e hijas".
Por estas razones los obispos llaman a los padres de familia a darles la necesaria educación religiosa a sus hijos, a las autoridades a respetar este derecho, a los maestros a asumir esta tarea con responsabilidad y a respetar la "legislación vigente que ampara la Educación Religiosa confesional católica, al tiempo que se consoliden los vínculos de coordinación y complementariedad entre el Estado Costarricense y la Iglesia Católica en el ámbito educativo".
En un segundo mensaje a los maestros de educación religiosa en Costa Rica, los obispos destacan su fidelidad y perseverancia y los animan a seguir en su importante tarea, a la vez que los acompañan y "hacemos nuestra la preocupación que viven en estos momentos de incertidumbre, ocasionados por la resolución de la Sala Constitucional".
Tras exhortarlos a "ser siempre testigos del amor de Jesucristo" y "enseñar en nombre de la Iglesia, y por tanto servir a la construcción del Reino entre las y los niños, las y los jóvenes", los prelados invocan a "Nuestra Señora de los Ángeles, les anime a vivir en esperanza, con un renovado compromiso con Cristo, única razón para vivir en el presente como camino de plenitud".