(Agencias/InfoCatólica) Los obispos irlandeses han vuelto a reunirse este lunes con el Papa para afrontar el tema de los abusos sexuales a niños cometidos por sacerdotes católicos en ese país. Se trata del tercer encuentro sobre la cuestión que se celebra en el Vaticano en los últimos siete meses. La reunión empezó a las 9.30 horas de este lunes y después de una pausa para comer prosiguió hasta las 19 horas. Mañana martes por la mañana tendrá lugar el último encuentro, tras el que el Vaticano publicará un comunicado oficial.
El Papa “está muy preocupado” por esta situación, explicó el primado de Irlanda y arzobispo de Armagh, el cardenal Sean Brady, en declaraciones a ‘Radio Vaticano’. “Este encuentro ha sido preparado detalladamente pero es solo un paso de un camino muy largo”, admitió. El purpurado añadió que “todos nos proponemos el mismo objetivo que es el de tutelar a los niños” y para ello, las indicaciones que el Papa ha dado al respecto “deben ser estudiadas atentamente por todas las personas implicadas”, de modo que el resultado sea “un proceso de arrepentimiento, renovación y reconciliación, por el bien de todos”.
En declaraciones a la prensa británica, el obispo de Clogher y responsable de comunicación de la Conferencia Episcopal irlandesa, monseñor Joseph Duffy, admitió los hechos, calificándolos como “heridas profundas”, y aseguró que el resultado de la reunión que se está celebrando estos días en el Vaticano no se reducirá a un “simple ejercicio cosmético”.
Cardenal Bertone: el perdón tiene como condición “que el pecador reconozca la propia culpa”
En la homilía de la misa que celebró con los obispos irlandeses poco antes del comenzar la reunión, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, dijo que “las tempestades producen miedo. Incluso las que mueven la barca de la Iglesia por culpa del pecado de sus miembros. Pero de ellas puede venir la gracia de la conversión y una fe más grande”.
Monseñor Bertone se refirió explícitamente a “la grave prueba que están atravesando en estos momentos las comunidades irlandesas” que “ven a algunos hombres de Iglesia involucrados en actos particularmente execrables”. El Purpurado destacó que “la prueba por una parte humilla pero por otra produce la paciencia y una profundización de la fe”. Aseguró que “las pruebas pueden venir de afuera o de adentro” y que aunque “ambas son dolorosas”, precisamente “las que provienen de adentro son más duras y humillantes”.
La historia enseña, dijo el Secretario de Estado, que “el cristiano está expuesto a la acción del Maligno y puede caer en el pecado”. No obstante, prosiguió, estas situaciones pueden “convertirse en motivo de purificación y santificación”, puesto que así como la “lucha contra el mal no ha terminado” y “seguirá hasta el final de los tiempos”, así también “el Padre nos ha mandado, en nombre de Jesús, al Espíritu Santo” que es “la obra de la caridad de Dios, de su infinita misericordia, que puede colmar el abismo más profundo”. Esto tiene una condición, explicó el Purpurado: “que el pecador reconozca la propia culpa en la plena verdad”.
Participantes en las reuniones
‘L’Osservatore Romano’ ha informado de que en esta Eucaristía y en el encuentro participan también los cardenales Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos; William Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero, Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica; y Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregación para la Educación Católica.
La delegación irlandesa está compuesta por 24 obispos, entre los que se encuentran el Cardenal Sean Brady, Arzobispo de Armagh, y el Arzobispo de Dublin, Mons. Diarmuid Martin, así como Giuseppe Leanza, Nuncio Apostólico en Irlanda.