(UCANews/InfoCatólica) Esta organización global, dedicada en teoría a la defensa de los derechos de los niños, ha instado al gobierno filipino a frenar los embarazos tempranos e involuntarios de adolescentes (10-14 años) en Filipinas, que tiene una de las tasas más altas de embarazos adolescentes en Asia.
Save the Children Philippines destacó las estadísticas de la Autoridad de Estadísticas de Filipinas (PSA) que en el año 2022 registró 3.135 casos de embarazos adolescentes entre niñas de 10 a 14 años, lo que supone un aumento del 35 por ciento con respecto a los 2.320 casos registrados en 2021.
La organización calificó esto como una «tendencia alarmante» y llamó al gobierno y a las familias a «unir fuerzas para educar a las niñas sobre sus derechos y salud reproductiva». La organización ha alarmado sobre la preocupante tendencia al alza en los embarazos adolescentes (menores de 15 años) desde 2017, en un comunicado emitido el 1 de marzo, justo antes del 8 de marzo, instituído como Día Internacional de la Mujer.
Shebana Alqaseer, Asesora Técnica de Save the Children para la Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos de Adolescentes, instó al gobierno filipino a garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva y fortalecer los sistemas de salud para salvaguardar la seguridad y el bienestar de los niños. «Alentamos además a los padres a participar en conversaciones abiertas y saludables con sus hijos sobre sexualidad y salud reproductiva para capacitarlos a tomar decisiones informadas», agregó.
El testimonio de una madre filipina: la importancia de una «crianza positiva»
Josie, una madre de la región de Visayas Oriental en el centro de Filipinas, dijo a UCA News que, aunque tarde, se dio cuenta de la importancia de la crianza positiva para cuidar de su hija pequeña. Su hija, cuando tenía 11 años, fue víctima de abuso sexual por parte del hijo adolescente de su arrendador.
«Mirando hacia atrás, me doy cuenta de la importancia de dotar a mi hija de las herramientas para entender el consentimiento y tener un diálogo abierto», dijo.
Las causas del problema, según Save the Children, y sus posibles remedios
Save the Children sostiene que la creciente prevalencia del embarazo adolescente entre los filipinos, ahora considerado un problema nacional, no se puede atribuir a una sola causa. Más bien, es «el resultado de una combinación de factores biológicos, sociales y culturales», señaló.
Entre los factores citados por el grupo se encuentran «el inicio sexual temprano, el acceso limitado a información y educación sexual integral y habilidades de comunicación insuficientes entre los padres, a quienes los adolescentes identifican como una de sus fuentes preferidas de información sobre la salud reproductiva».
Para ayudar a minimizar el impacto del embarazo adolescente, el grupo ha lanzado el programa «Jóvenes Saludables, Empoderados y Responsables» o «Corazón a Corazón» para ayudar a las madres y cuidadores a mejorar sus habilidades de comunicación para enseñar sobre sexualidad y salud reproductiva.
Abordar la situación desde una perspectiva católica (o realista e integral)
Cabe resaltar que los métodos que usan gobiernos y asociaciones internacionales para luchar contra los embarazos adolescentes no solo son en muchas ocasiones inmorales (como la anticoncepción y el aborto), sino que además suelen ser contraproducentes. Las situaciones de abuso de las adolescentes y de embarazos prematuros aumentan porque no se aborda la situación social real ni se facilitan recursos básicos para reducir la promiscuidad (vivienda digna, trabajo y salario, educación integral), sino que se promueve sistemáticamente la colonización de la ideología de género y la cultura de la muerte, con campañas simples y eficaces pero que desconocen elementos básicos de antropología y biología, niegan la libertad humana y las consecuencias del pecado original, descuidan o pervierten la educación integral de las familias, padres y madres, y de los hijos, mujeres y varones, y fomentan la promiscuidad. Bajo falacias como el empoderamiento de la mujer y madre se favorece el descuido de las responsabilidades del varón y padre, la destrucción de los vínculos familiares y el reparto intenso de métodos de anticoncepción, así como de la facilitación del recurso al aborto temprano.
Por contra, la doctrina católica promueve la castidad como la principal manera de prevenir los embarazos adolescentes y las ETS, exhortando a las personas, especialmente a los jóvenes, a abstenerse de relaciones sexuales antes o fuera del matrimonio, lo cual es pecado mortal. Según la enseñanza católica, la castidad es vista no solo como una manera de evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, sino también como un medio para cultivar la virtud, el respeto propio y el respeto hacia los demás, y vivir en gracia de Dios. Y las medidas para abordar los problemas que conlleva una vida sin castidad deben comenzar por las bases que han facilitado esta falta de virtud, de todas las virtudes: una formación integral humana y cristiana, realista y acompañada de caridad efectiva en las obras. Nunca matar al hijo podrá dar una mejor vida a la madre, por muy difíciles que sean las circunstancias en que haya sido concebido. Ni en Filipinas, ni en España, Inglaterra, Francia, México, Estados Unidos o Argentina.