(LD/InfoCatólica) En el acto intervinieron también Pedro Badía, representante de la editorial Wolters Kluwer Educación, Victorino Mayoral, ex diputado socialista y presidente de CIVES, Cándida Martínez, ex consejera de Educación de Andalucía y diputada socialista y el ya mencionado Alejandro Tiana.
En el coloquio, al que asistieron padres objetores, Pedro Badía dijo que "admiraba y respetaba" a los objetores a EpC y reconoció que éstos últimos habían ganado la batalla de los argumentos y de la opinión pública.
Cándida Martínez afirmó que "el día que salió la sentencia (del Supremo sobre objeción a EpC) lo recuerdo como uno de esos días de gran satisfacción (...). Entendí de verdad que ganaba la ciudadanía y ganaba un modelo de educación (...) En democracia, la ciudadanía no es opcional. La religión sí".
Sobre la discrepancia a la ideología de género que impone EpC, Martínez lo consideró "lógico". "No admiten que la construcción de la masculinidad y la feminidad es una construcción social (…). Y es verdad que cambiar eso es cambiar no sólo el modelo educativo sino cambiar a la familia y a la sociedad. Y, claro, no quieren". Por último, la diputada socialista insistió en la necesidad de redoblar esfuerzos en la formación de profesores.
Por su parte, Alejandro Tiana, calificó la objeción a EpC de "movimiento de desobediencia civil inspirado en los modelos de los neoconservadores americanos".
Tanto Tiana como Gómez Llorente reivindicaron la figura de Rodolfo Llopis, Director General de Enseñanza Primaria durante la Segunda República, conocido por su radicalidad revolucionaria aplicada a la educación. También criticaron a la jerarquía católica, a la que tacharon reiteradamente de "simplista, retrógrada y asilvestrada", atribuyéndole el liderazgo exclusivo y total del movimiento opositor a EpC.
A este respecto, Fabián Fernández de Alarcón, Secretario General de Profesionales por la Ética, presente en el acto de presentación del libro, asegura que "no han entendido nada. Pensamos que Mayoral, Tiana o Gómez Llorente serían capaces de salir del esquema marxista dialéctico para interpretar la realidad, pero nos equivocamos: para ellos, su único adversario es la Iglesia Católica. No se han enterado de que tienen enfrente a los padres libres que se resisten a que a sus hijos les sea inoculada la ideología progre. La verdad, me han decepcionado: debajo de toda la construcción ideológica radical que tratan de imponerle a nuestros hijos no hay más que humo, tópicos y palabrería".