(NCR/InfoCatólica) El día veinte de este mes concluyó el plazo para responder a los cuestionarios enviados a las superioras de las órdenes religiosas de vida activa de Estados Unidos por la Visitadora apostólica nombrada por el Vaticano. Hasta la fecha, según una fuente bien informada, las superioras de todas las congregaciones han enviado sus respuestas, pero en muchos casos sólo con una respuesta parcial a los cuestionarios. Bastantes de ellas, en lugar de rellenar los formularios, han respondido enviando una copia de sus Constituciones o Estatutos aprobados por el Vaticano.
La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, presidida por el Cardenal Franc Rodé , bajo la autoridad del Papa Benedicto XVI, comunicó el 2 de febrero el comienzo de la Visita Apostólica, que dirige la M. Mary Claire Mallea, A.S.C.J., Superiora General de la congregación Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús.
La Visita Apostólica tiene como propósito determinar la calidad de vida en las comunidades religiosas de las religiosas de vida activa de Estados Unidos, dada la disminución de las vocaciones en las últimas décadas. Desde el principio, las religiosas se quejaron de que no habían sido consultadas antes de que Roma anunciara la Visita Apostólica y han protestado también por la falta de transparencia en el proceso. Algunas han calificado la Visita de degradante e intrusiva.
La decisión de las superioras de las congregaciones de no cumplimentar el cuestionario ha sido la consecuencia de dos meses de debates internos tanto dentro de las propias órdenes como en encuentros entre varias de ellas. También han consultado con abogados, tanto de derecho civil como canónico, aunque hay quien asegura que han tomado esa decisión de oponerse a lo que Roma les solicita teniendo en cuenta el apoyo mayoritario que creen tener entre los fieles.
Sólo un 1% responde a lo que se les ha pedido
Tras analizar la mitad de las respuestas a los cuestionarios, hasta ahora sólo un uno por ciento ha respondido a la mayoría o la totalidad de las preguntas. Por el contrario, según la fuente, las congregaciones que representan la gran mayoría de las religiosas de vida activa decidieron no cumplir y respondieron a sólo unas pocas, o ninguna de las preguntas.
Además, las responsables de cientos de congregaciones han asegurado a la hermana Millea que el Vaticano está logrando lo que buscaba. "Las cartas han sido respetuosas y amables", dijo una de las religiosas que han tenido acceso a las respuestas. "Muchas de las cartas" afirma, "explican que lo que tenemos que decir acerca de nosotras mismas ya se ha dicho en nuestras Constituciones religiosas".
"Esta ha sido una respuesta de las bases", ha asegurado al National Catholic Reporter otra religiosa. "No fue organizada. Ha partido de un sentimiento generalizado de que la acción del Vaticano ha sido una afrenta injusta para las religiosas".
Cuestionario enviado a las Superioras: