(Juanjo Romero / Infocatólica) Con ocasión de la entrega del premio Ramón Margalef de Ecología por parte de la Generalitat, el entomólogo Paul. R. Ehrlich ha concedido entrevistas a distintos medios españoles, en las que se muestra inasequible al desaliento, a pesar que desde los años sesenta la comunidad científica ha venido demostrando una y otra vez sus errores.
En 1968, el investigador estudounidense publicó The population bomb, que, no sólo se convirtió en un best-seller, sino que marcó la agenda antinatalista de organismos internacionales como la ONU.
Entonces ya vaticinó que "la batalla para alimentar a toda la humanidad ha terminado; en la década de los 70 el mundo sufrirá hambre, cientos de millones de personas van a morir de inanición", y sus predicciones sobre la India desataron la campaña de esterilización obligatoria de Indira Gandhi que apoyó el recién fallecido Vicente Ferrer.
Hoy sólo ha cambiado el enfoque, del malthusianismo puro y duro de los sesenta ha pasado a una ecología eugenésica que le permite a sus 77 años disfrutar del reconocimiento de los partidarios de las más extravagantes teorías ecológicas.
Rafaél Méndez pudo entrevistarle para el diario El País. A la pregunta de cómo reducir la población, ya que para el premiado la Tierra sólo puede soportar a 2.000 millones de habitantes, ha respondido tranquilizadoramente: "Hacerlo de forma humanitaria lleva mucho tiempo. Podrías disparar a un tercio de la población mañana pero no queremos hacerlo así".
Sin embargo, no ha quedado muy claro cuál es su método, simplemente unos ejercicios de voluntarismo y de quejas de oportunidades perdidas. La solución pasa lógicamente, y una vez más, por disminuir la natalidad. Para ello, como en los sesenta pone como modelo a las dictaduras: "China es el único Gobierno del mundo que publica cuánto CO2 evita que vaya a la atmósfera gracias a la planificación familiar".
Al final vuelve a sus orígenes cuando manifiesta su opinón sobre los que tienen más de dos hijos, "¿Qué diría si su vecino dijera: No me gusta la basura en mi jardín. Prefiero tirarla al tuyo?. Este es un asunto social." Según Ehrlich se ha de reducir la cifra a niveles españoles, menos de 1,5 hijos por pareja "tener más de dos es egoísta e irresponsable, porque hay que tener en cuénta qué pasará con ellos y con los de otra gente".