(Luis F. Pérez/InfoCatólica) En declaraciones al National Catholic Reporter, el arzobispo de Santa Fe ha asegurado, en relación al asunto de Obama en Notre Dame, que cree que los obispos no quieren pelearse unos con otros en público, pero que los prelados de EE.UU. están mayoritariamente de acuerdo con él y en contra de la forma de abordar la cuestión por parte de los que se opusieron a la decisión de la mayor universidad católica de la nación.
Tras asegurar que los críticos tenían buenas intenciones, monseñor Sheehan afirma en sus declaraciones que "no perdemos nuestra dignidad siendo fuertes en nuestras creencias pero debemos hablar también con otros que no tienen nuestro credo... Seríamos como los amish, aislados de la sociedad, si seguimos dando pasos atrás por obsesionarnos con un tema en concreto".
Respecto a la negativa a dar la comunión a los políticos favorables al aborto, el arzobispo la califica como "reacción histérica", a pesar de que el canon 915 del Código de Derecho Canónico establece que los sacerdotes tienen la obligación de negarse a dar la comunión a "los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave".
El arzobispo de Santa Fe asegura que la responsabilidad primaria para discernir qué persona ha de recibir la comunión la tiene la propia persona y su conciencia. "El sacerdote no debería ser un perro guardián, buscando y averiguando quién no es digno de comulgar", afirma, añadiendo a continuación que él prefiere "enseñar, enseñar y enseñar antes que imponer sanciones".