(Agencias/InfoCatólica) Tony Blair, recordando su experiencia de 10 años de gobierno, aseguró que el Estado es mejor cuando se une a los individuos y no cuando los sustituye. Por ejemplo, “debe organizar servicios público, pero no es necesario que siempre sea él quien los gestione”. El político cree necesario buscar un equilibrio entre los servicio públicos y la libre elección. Las personas, según Blair, tienen que ver el Estado del Bienestar como una ayuda y no como un obstáculo, y en ningún caso debe sustituir la responsabilidad personal. “Lo peor que se le puede hacer a una persona es hacerla demasiado dependiente del Estado cuando no es necesario”, afirmó. El británico destacó también la importancia del principio de subsidiariedad y explicó que “el poder que se ejerce desde abajo es el mejor poder”.
Subrayó también Blair el mensaje de la encíclica en el que se afirma que sin Dios el hombre no sabría adónde ir, por considerar que es de vital importancia para un mundo globalizado como el de hoy. Un mundo globalizado, para que no se deje dominar por el poder, tiene que tener una fuerza de contrapeso que busque el bien común. En este sentido, el político británico cree que la Iglesia, modelo de institución global, tiene que entrar en juego para afrontar los problemas planteados por la globalización. “La Iglesia puede ser la voz espiritual que impida que nos hagamos esclavos de la globalización”, sentenció el ex-primer ministro.
Europa y fe cristiana
En relación a los retos del multiculturalismo en nuestras sociedades, Tony Blair reconoció que la globalización nos hace encontrarnos con más gente, pero es necesario mantener nuestra característica identidad. Se deben "respetar las raíces judeo-cristianas de los países de Europa. También hay que pedir respeto a la identidad de nuestros países, que se ha formado a lo largo de milenios".
Según Blair, a menudo la religión es vista como fuente de conflicto, por lo cual hemos de demostrar que la fe se empeña en construir la justicia.e este modo, mostraremos el verdadero rostro de Dios, que es amor y compasión. “La fe no es una forma de superstición, sino la salvación para el hombre. No es una fuga de la vida. La fe y la razón están aliadas, nunca en oposición. Fe y razón se dan apoyo, se refuerzan, no compiten. Por eso la voz de la Iglesia es escuchada, la voz de la fe siempre debe ser escuchada. Ésa es nuestra misión para el siglo XXI”, aseguró el político británico, quien añadió a continuación que "de este modo, mostraremos el verdadero rostro de Dios, que es amor y compasión".
Oriente Medio
También hizo referencia a la cuestión del proceso de paz en Oriente Medio y aseguró que "Israel debe tener garantizada su seguridad y los palestinos deben poder contar con un Estado independiente".
Concluyó Blair su intervención afirmando que "sería un gran signo de reconciliación y esperanza si Tierra Santa fuera un lugar para la reconciliación y la paz".