(Gaudium Press) Basta que se aproxime fin de año para que surjan en el panorama innúmeros adivinos, futurólogos, gurús y otros que ofrecen un verdadero «menú» de pronósticos, adivinanzas, prenuncios, presagios, «profecías», etc. de lo que supuestamente ocurrirá en el Año Nuevo.
«Leyendo» cartas de baraja, u otras prácticas extrañas, los protagonistas de esa «élite» de futurólogos intercambian entre sí en anuncios contradictorios, fantasmagorías que agradan a todos y prenuncios obvios.
Todo eso ocurre porque la sed para conocer el futuro acostumbra ser grande en esa época. Es, entonces, el momento de vender ilusiones...
¿Quién conoce el futuro?
Algo que muy pocos toman en consideración cuando recurren a estos supuestos adivinos es que ni siquiera los demonios pueden ver el futuro.
Quien explica eso es el famoso exorcista Padre José Antonio Fortea.
Por qué no creer en gurús
El sacerdote y exorcista aclara porqué nosotros católicos no debemos creer en los gurús y adivinos que hacen guardia en los finales e inicios de cada año.
En su libro Summa Daemoniaca, una obra de consulta sobre la cuestión de los demonios y el exorcismo, el P. Fortea advierte: «Ni precisa decir que si el futuro no se puede conocer ni siquiera invocando a los demonios, mucho menos con esas prácticas de astrología, cartomancia, etc.».
«Los demonios no saben todo. Ellos solo conocen lo que pueden deducir, pero ellos no ven el futuro», señala.
Los demonios deducen, pero no adivinan
El P. Fortea enseña que los demonios «con su inteligencia muy superior a la humana pueden deducir por sus causas algunas cosas que ocurrirán en el futuro», pero explica que aquello que pertenece «a la libertad humana, está indeterminable y ellos no lo saben».
¿A quién aprovecha la acción de los adivinos?
Además, el exorcista español escribe que «los que practican esos engaños son la prueba viva de que por ese medio no se puede obtener ningún beneficio».
«Los únicos que sí obtienen algún beneficio de tales adivinanzas son los engañadores profesionales que son los primeros en no creer en ellas y que saben dosificar sus previsiones para no ser descubiertos», señala...
«La consulta a un mago, vidente o gurú constituye siempre un pecado grave»
El exorcista español es enfático en que «nunca ningún cristiano bajo ningún concepto debe consultar este tipo de personas», pues «la consulta a un mago, vidente o gurú constituye siempre un pecado grave». (JSG)
(De la Redacción Gaudium Press, con informaciones ACI).