(Zenit) Mensaje del Papa Francisco
Querido amigo,
Me alegra mucho dirigirme a ti, que aseguras en tu parroquia el servicio del altar, para invitarte a participar en la gran peregrinación de monaguillos, organizada por la Iglesia de Francia en Roma, el verano próximo. El Señor Jesús te ha llamado a servirle en la liturgia de la Misa. Esta es una oportunidad única para ti de encontrarlo, de amarlo más, comprometerte con él. Pero, como habrás notado, la Misa termina con las palabras del sacerdote: «¡Ve»! Después de haber servido a Jesús en la Misa, todos estamos llamados a servirlo en nuestra vida diaria, en el encuentro con nuestros hermanos y hermanas: somos enviados a la misión. Somos enviados en misión, no lo olvides.
Al participar en esta peregrinación a Roma, visitarás las tumbas de San Pedro y San Pablo, que también fueron enviados en misión por Jesús, y que han dado sus vidas aquí por él. Su valiente testimonio será un estímulo para perseverar en tu compromiso y en tu vida cristiana, a pesar de las contradicciones y críticas que puedas encontrar a tu alrededor, a pesar de las preguntas que te hagas, a pesar de los esfuerzos que esto requiera.
Tendremos la alegría de encontrarnos todos juntos. Y también conocer a otros jóvenes que aún no conoces, pero que realizan el mismo servicio, comparten la misma fe. ¡Invita también a aquellos que quieran participar como tú! No somos cristianos solos: juntos somos más fuertes, tenemos más coraje, vamos más allá.
Te espero en Roma, del 24 al 28 de agosto del próximo año. Hasta entonces, rezo por ti y por todos los que te rodean y, te pido, no olvides rezar por mí. ¡Lo necesito, este trabajo no es fácil! ¡Que la Virgen María te guarde y que Dios te bendiga!